Cataclismo.

22 4 0
                                    

- ¿Qué? ¿Eso es posible? -Steven suspira y se gira para poder responderle  al sorprendido general.

-Sí. Helmut es sobrino de la reina, Zemo es el siguiente en la línea después de Anthony.

-Tenía entendido que la línea de sucesión se había alterado con su matrimonio.

-Hasta que tengan hijos, mientras tanto... -la reina interrumpe y Steven contiene el ferviente impulso de huir. -De lo contrario, es una unión inútil.

-Su majestad. -el general le da la respectiva inclinación a la reina. -Es un gusto volver a verla.

-General, me agrada decir lo mismo. -el príncipe quiere desaparecer, está realmente molesto por la amenaza que la reina le dio hace apenas unas horas. Entonces se mueve, listo para ir a felicitar a los duques. -Un momento, Steven. Quiero hablar contigo.

-Les dejo solos, permiso. -le lanza una mirada de traición al general, no pudo elegir peor momento para marcharse que ese.

- ¿Te das cuenta lo que está sucediendo?

-Estamos en una celebración, señora.

-No juegues al tonto conmigo, Steven. -la mujer, en su traje amarrillo, le genera un feo dolor de estómago. -Deben darse prisa con su deber, asegurar que la corona continúe en nuestra casa.

Bebe de la mimosa que el general le ha dado. -Sí, señora.

-No pueden seguir perdiendo tiempo. -son palabras lentas, frías, calculadas y envenenadas. - ¿O acaso no se ha consumado el matrimonio?

La sorpresiva pregunta llena de color sus mejillas. - ¿Señora?

-No me respondas, lo ha hecho tu cuerpo. -ella sonríe felina detrás de la copa de champán. - ¿Sabes lo que pasa cuando los matrimonio no se consuman?

-No es nuestro caso. -miente y cruza los dedos para desear que mienta bien.

-Se anulan, porque son uniones inútiles, sin propósito. -ella inclina el rostro y se da cuenta que el verde de su mirada tiene pequeñas motas cafés. - ¿Qué crees que pasaría con un... doncel rechazado?

Quiere salir de ahí, quiere correr, quiere irse a su casa y olvidarse que duerme bajo el mismo techo que la vieja arpía que le intimida elegantemente. -Según he escuchado, son felices.

La reina hecha los hombros para atrás. -Steven, es momento que reconozcas tu posición-

-La reconozco.

-Y que asumas tu lugar. -finaliza la rubia dama. -James fue elegido, bendecido en mi vientre para dirigir este gran reino, tú fuiste elegido por correo, cariño.

Las ganas de gritar y refutar se demuestran en la copa que estalla en su mano y el líquido mancha su ropa. Su pecho se agita, es como si su corazón tratara de salir. -Suficiente, me voy a casa.

Hay sangre saliendo de la pequeñas heridas que ocasionaron los cristales de la copa. Toma la servilleta más próxima y sale lo más rápido que le permiten los presentes que le rodean y que preguntan sí se encuentra bien. Pero no está en condiciones de fingir y asentir, solo quiere largarse de una vez por todas de ese maldito lugar.

Ralentiza sus pasos cuando la música que rodeaba el salón comienza a perder fuerza. Examina su mano izquierda, suspira cuando nota que las heridas no son profundas y que solamente una sigue sangrando. Vuelve a presionar la servilleta e ingresa a una solitaria habitación que espera tenga activo un teléfono.

Hay pinturas, bastante feas, acompañando el único sofá del salón. Observa que es en una habitación en la que nunca ha estado y que lo más acertado es que se ha perdido. No hay un solo rastro de polvo en arrugado sofá, toma lugar y respira con profundidad. Realmente esta perdiendo la paciencia, es agotador vivir así y si James no toma posición, tendrá que renunciar. No tiene porque soportar eso.

Palacio [STUCKY] [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora