- ¿Qué haces aquí? -es una pregunta que hace que su furia interior se remueva aún más.
-Oh, ¿interrumpo? -Steven entrecierra los ojos y puede ver una delgada gota de sudor resbalando de su cabello hasta el centro de su frente. -Lamento llegar tarde a tu fiestecita, ¡es más! ¡Lamento estar aquí!
El rubio se endereza, los pasos que da son lentos y no son firmes. Se acerca lo suficiente y le acusa con sus bonitos ojos grises. -Eres un idiota, ¿lo sabías?
Licor. Steven no solamente reía y bailaba en los brazos del general, sino también estaba alcoholizándose. -Bueno, ya una vez me dijiste que te gustaban los idiotas, asumo que también lo es el general Walker.
El príncipe se ríe, una larga y fuerte carcajada va llenando cada espacio de la habitación. -Aparte de abandonarme y quedarte en la falda de mamá, vienes y no solo, te acompañan tus ridículos celos. Realmente eres un chiste.
James presiona la mandíbula. -Claramente fue un error venir.
-Sí, lo fue. ¿Te pido el vuelo de regreso? -Steven se balancea en sus pies, un poco hacia adelante y luego hacia unostado. - ayer cuando te necesite, cuando quería de tu apoyo.
Las palabras se esparcen como lentos tentáculos venenosos que se cierran en su garganta. -Mamá-
-Sí, sí. -Steven agita la mano, restándole importancia. -Ya sé que tu mamá dijo, lo que hizo. De ella no me sorprende, ¿pero de ti?
-Steven, hablaremos cuando estés en tus cinco sentidos.
Hay mucho ruido en su cabeza. Un pitido que grita enojo, celos que incendian todo a su paso y traición. Steven está de pie en el centro, con el pecho agitado y con sus perezosos ojos enrojecidos. -Cuando subimos al altar, solo fuimos tú y yo, prometimos cuidarnos, apoyarnos, ¿Dónde quedo esa promesa?
Anthony entra corriendo, abraza a Steven y besa sus mejillas. - ¡Gracias a Dios! ¡Mírate, Steven!
La pregunta sigue rebotando, Steven se deja hacer en los brazos de su hermano y James procesa a toda velocidad la respuesta que los ojos del príncipe le exigen. - ¡Allí están!
La habitación comienza a llenarse de personas, cada una acaparando a Steven, cada una alejándolo más. El servicio va de allá para acá recogiendo los vasos medio llenos y anunciando que la cena está lista para ser servida. Anthony arrastra a Steven al comedor y James tiene un nudo en la garganta.
-Qu'avons-nous ici! -James cierra los ojos y maldice silenciosamente. -Su alteza, ¿a qué debemos el honor?
Se enfrenta al rey de Francia usando un escandaloso abrigo púrpura y una fea bufanda roja. -Su majestad... -se inclina contra su propia voluntad.
Peter le estudia, sus acaramelados ojos juzgones. -La cena está siendo servida, ¿por qué no estás allá?
Se está burlando, nadie más que Peter sabe el problema que hierve entre Steven y él. -Justo iba hacia allá.
-Ajá. -el rey bufa y James rueda los ojos. - ¿Te apetece un trago como aperitivo? -Peter está llenando una copa antes de recibir la respuesta. No ha comido absolutamente nada, puede no ser la mejor idea, pero esto todo lo que tiene. -Ten, hasta el fondo.
La risa de Peter le acompaña mientras bebe todo el contenido de la copa. Una mano del rey cae en su hombro y le empuja fuera de la habitación, pareciera consolarle, sentir lástima por él. Quiere quitar la mano que se cierra sobre su hombro y que aumenta el estrés, pero hacerlo sería la cereza del pastel.
Cuando entran a la siguiente habitación todos se ponen de pie, a excepción de Steven. No lo hacen por él, lo hacen por Peter. Además del furioso rubio, de su hermano, de los duques de Sussex y del general Walker, no hay más caras conocidas. Las animadas charlas que se escuchaban hasta el pasillo se detuvieron.
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Palacio [STUCKY] [STARKER]
FanfictionInglaterra y Austria deciden unirse en un ventajoso matrimonio. Es simplemente perfecto. Aunque sea una interminable cascada de muchos desastres bastante afortunados. James, príncipe de Inglaterra, descubrirá que el amor es pequeño, rubio y bastant...