Faltan diez minutos para las diez de la noche. Lleva dos remeras debajo de la negra camisa porque el clima se esfuerza mucho por llegar a los nueve grados. También lleva un abrigo negro a combinaciones con sus botines y su pantalón.
Cruza el pasillo para poder llegar con Peter y bajar a reunirse con James. Esta por tocar, pero la puerta no está completamente cerrada. Así que la empuja y antes de llamar a Peter, la impresión le corta la voz.
Pensó ver muchas cosas en ese palacio, pero nunca imagino ver al príncipe Anthony sometido contra una pared, con los ojos cerrados y suplicando más. La sorpresa es grande, siente sus mejillas arder y huye antes que le miren.
Su corazón palpita con fuerza contra sus oídos. La imagen de Tony jadeando, sudando y gimiendo quedará en su cabeza para la eternidad. Siente un nuevo escalofrío.
-¿Y Peter? ¿Tony? –James está en la salida este del palacio, la menos transitada por el servicio.
-Peter me ha dicho que se siente indispuesto. –suena convincente. –Tony me dijo que nos alcanzaría.
-Tony no sabe a dónde vamos.
-Bueno, eso me dijo. Que tú entenderías. –se arriesga.
James esta por replicar cuando del otro lado de la verja se estaciona un auto, es completamente negro y apaga las luces en cuanto llega.
-Genial. Llego el transporte.
-¿A qué esperan? –la ventana se ha bajado revelando el alegre rostro de Helmut Zemo. – ¿Una invitación de la reina?
-¡Zemo! –el duque de Sussex al volante, Samuel. –Pero tiene razón, dense prisa.
La mano de James cae en su espalda y le empuja a la verja. El príncipe es ágil cruzando el muro, con bastante práctica de hecho.
-Anda, aquí te atrapo. –le asegura desde el otro lado.
-Yo... no estoy seguro-
-¿Quién anda ahí? –alerta un guardia real.
-¡Vamos! –los pasos se acercan. Llena sus pulmones de aire y escala también. No sabe si es la emoción de ser atrapados o la seguridad de que James le sostendrá del otro lado pero se lanza contra la verja y la escala con muchísima más dificultad. -¡Salta!
Mordiendo su labio inferior, salta. Los brazos de James le sostienen justo de la cintura. – ¿Los ves? No te soltaré.
Tira de su mano y suben al vehículo. El motor del Renault4 ruge, cruje y arranca. Encienden las luces y se internan en las laberínticas calles de Londres.
-¿Qué supone que es esto? –alega James en cuanto recuperan el aliento.
-Es un Renault4, algo ruidosos pero muy fieles. –afirma Zemo.
-Te pedí un auto discreto, estoy seguro que hasta mi padre, allá en Escocia, lo escucho.
-Esto es la máxima discreción que Zemo conoce. –agrega Samuel. –Su alteza, buenas noches.
Los ojos de Samuel le observan por medio del retrovisor, son grandes, redondos y tienen las pestañas larguísimas. –Buenas noches Samuel, gusto de verte.
-Solo Sam. –le sonríe y se concentra en el volante.
-¿No hay buenas noches para mí? –el duque se voltea hacia ellos. –He sido yo quién ha conseguido el coche.
-Sí, pero yo conduzco. –interrumpe Sam.
-Buenas noches, Zemo. ¿Puedo saber a dónde vamos?
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Palacio [STUCKY] [STARKER]
FanfictionInglaterra y Austria deciden unirse en un ventajoso matrimonio. Es simplemente perfecto. Aunque sea una interminable cascada de muchos desastres bastante afortunados. James, príncipe de Inglaterra, descubrirá que el amor es pequeño, rubio y bastant...