Genio.

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 Steven observa silenciosamente como James cambia el aburrido saco del traje por uno que él le ha mandado hacer para esa noche en especial. Sigue siendo de un profundo azul marino, pero ahora lleva increíbles detalles en un dorado apenas visible.

– ¿Te gusta? –cuestiona ansiando una respuesta positiva.

James cierra el único botón de la lisa prenda, analiza detenidamente su reflejo y finalmente sonríe. –Me encanta, ¿tú lo diseñaste?

–Claro que no, solo sugerí el dorado. –Steven le sonríe y toma los abrigos oscuros que le esperan en el largo sofá victoriano de la sala. – ¿Vamos?

–Por supuesto, su alteza. –James deja un beso en su mejilla y parten al esperado evento del príncipe Steven.

Pero el dorado príncipe apenas puede concentrarse. Durante el almuerzo sintió un terrible dolor de estómago, como si una piedra se hundiera cada vez más y más y estuviera a punto de matarle. Pensó en los nervios por la respuesta a su evento, pero descubrió que iba más allá.

Un augurio.

A mitad del postre el dolor regresa con fuerza y le corta la respiración por un segundo. Su mirada viaja a Peter que mira con fervor al príncipe Anthony. Y su querido cuñado le regresa la mirada con la misma devoción. No hay que ser un genio para saber que entre esos dos, volvió a ocurrir algo.

El brillo en su mirada, sus iluminados y resplandecientes rostros. Sumar uno más uno y llegar a la simple conclusión que no era augurio, era un presagio.

Un mal presagio.

– ¿Te sientes mejor? –su esposo le trae de vuelta. – ¿Te ha caído bien el té?

Claro. James notó en el la preocupación y pidió un té de hierbas relajantes para él, asumiendo que era puros nervios. –De maravilla.

"Cindirella for one night", es un único evento donde los invitados especiales son los niños de las fundaciones de Steven. Aquellos que sufren de enfermedades terminales, los que padecen las consecuencias de padres negligentes, los que fueron abandonados a su suerte y esperan ansiosos un hogar amoroso. La parte más vulnerable de la sociedad londinense, la más inocente y por supuesto, la más ignorada.

Loki Laufeyson y su alteza real el príncipe Steven pasaron meses organizando esa noche, la que tiene dos grandes propósitos.

El primero es darles una noche llena de diversión, música, golosinas, alegrías y visibilidad a todos los niños y adolescentes que necesitan ayudan. La segunda es buscar esa ayuda en las personas correctas.

Steven escuchaba los comentarios de muchas casas aristócratas inglesas donde decían que esta vez había cruzado un límite. Pero Steven tenía claro su propósito, era más que molestar a la reina con caridades tan feas, como ella había dicho, era concientizar a toda la sociedad. Ignorar el problema no lo hacía desaparecer.

Así que siguió con cada uno de los preparativos, desde los atuendos que los invitados especiales usarían, hasta la prensa seleccionada que sería la encargada de divulgar el curso de la noche. Eligieron cuidadosamente a los invitados y planearon un itinerario que no daba chance al aburrimiento.

Cuando llegaron, las cámaras no se hicieron esperar. James le extiende su cálida mano y deja un suave beso en el dorso de la misma. – ¿Listo para llenar portadas?

No. Apenas puede con el oscuro presentimiento que le ha invado. –Nací listo.

Steven también lleva un traje de dos piezas azul marino. James lleva una camisa celeste debajo de la corbata de moño del mismo azul. La diferencia está que la camisa de Steven es del mismo diseño que el saco de su esposo. El dorado tiene un poco más de vida porque trata de imitar el dorado de los cabellos libres de fijador.

Palacio [STUCKY] [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora