Curiosidad.

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 En sus sueños hay brazos que se enredan sobre su cintura, que le pegan a un calor contagioso, abrazante. En sus sueños hay labios besando detrás de su cuello, hay una respiración pesada contra su oreja y hace que los escalofríos que su cuerpo sufre se multipliquen, en sus sueños hay una mano que se cierra sobre sus piernas y se vuelve líquido.

Abre los ojos porque los sueños comienzan a superar la realidad. Sí hay una respiración pesada contra su cuello, pero no hay labios. Sí le sujetan con autoridad, pero no hay manos tocando sus piernas. Está recostado sobre el lado derecho, viendo hacia la enorme ventana que es azotada con fuerza por el viento y la lluvia que cae.

Tiene miedo moverse. Tiene dolor de cabeza y tiene el cuerpo del príncipe James cubriendo casi por completo el suyo. Hay una mano cerrándose sobre su estómago, impidiéndole escapar. Y lo más paralizante de todo es lo que siente encima de su culo. Es duro, firme, húmedo.

Según el reloj son las seis de la mañana con cuatro minutos, pero la habitación no se ha iluminado como debería, así que supone que la lluvia será para el día completo, arruinando sus planes de ir a la feria del pueblo. Traduciéndose en: pasar todo el día con James.

Es mejor pensar eso que en lo su cuerpo está sufriendo. Se siente apretado, acorralado. Su boca se ha hecho agua. Él se ha hecho agua, líquido e inmóvil padeciendo en esa cama, en una habitación casi en penumbras. Sus piernas hormiguean y sus brazos se sienten adormecidos.

La curiosidad es parte de la humanidad, no importa cuánta educación y modales se apliquen para reprimirla. La curiosidad es la inquietante necesidad de saber qué hay, qué es o qué va a pasar sí. Así que no hay nada mala, son humanos después de todo.

Curiosidad. Simple y llana curiosidad. Cierra los ojos, respira profundo y mueve su trasero hacia esa dureza desconocida, solo un poco y es para acomodarse mejor. La respuesta es James suspirando con fuerza, pegándole más a su cuerpo y moviéndose, lento, perezoso y sin ritmo.

Abre sus ojos de golpe, sorprendido, exaltado y reaccionando. Su mente pierde control y su sangre hierve con libertad, viajando a un solo sitio. Muerde el interior de su mejilla mientras siente su propia dureza crecer entre sus pantalones. Vaya problema al que se ha metido por la simple curiosidad.

Problema que crece y crece porque James no deja de moverse, perezoso, a pausas. Le abraza con mayor fuerza, respira con más pesadez. –Steve...

Es solo un murmuro. Un suspiro con la suficiente fuerza para paralizarle. Sabe que sigue durmiendo, nada indica que se haya despertado. En todo caso cierra los ojos y fingirá demencia.

James hunde el rostro en su cuello. Esta dormido, no hay duda. No haría eso si estuviera despierto y sí lo está, él si está durmiendo. No se mueve más. Ni James, ni él. Ha sido demasiado para una sola mañana y su estómago de gelatina no puede resistir más.

Se concentra en la lluvia que sigue golpeando la ventana. Volverá a dormir. Se irá a la tierra de los sueños con la sensación tibia entre sus piernas y la sonrisa en su rostro al saber que James le llama, aun durmiendo, le busca. 

Palacio [STUCKY] [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora