Toi et moi?

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 –Tú y yo deberíamos estar haciendo lo mismo que ellos

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 –Tú y yo deberíamos estar haciendo lo mismo que ellos. –Peter viene detrás de él. –Esto es una insolencia, ¿interrumpirles? Alguien podría perder la cabeza por eso.

Tony rueda los ojos. Su madre le ha pedido personalmente que vaya a por James y Steven, quienes pidieron que las entrevistas fueran hasta después de mediodía y luego habían dicho que hasta las tres de la tarde. Después volvieron a llamar sugiriendo que sería mejor mañana.

Pero la presión de los medios y las autoridades orillaron a la reina a exigirles dar la conferencia a la cinco de la tarde para más tardar. Pero faltaban diez minutos para la seis y el matrimonio no bajaba.

–Tú no tienes remedio. –le reprende por segunda vez al rey antes de detenerse abruptamente en la esquina del pasillo y cubrir su boca para evitar el grito de sorpresa.

–Que fais tu? –da un paso atrás y detiene al rey. –Creí que no querías esto en tu palacio... –y antes que la mano de Peter empiece a tocar su trasero, le apunta con la cabeza la escena del pasillo. –Mon chéri! –murmura igual de impactado que él.

No es que sea pecado lo que hacen, solo es sorprenderte descubrirles así. Steven está sometido contra una pared con las piernas enrolladas en el torso de James mientras que este parece que le saca el alma a besos sin dejar de recorrer las piernas y tocar todo, absolutamente todo, el trasero del príncipe.

– ¿No se te ha antojado? –Peter murmura contra su oído. –Porque Cristo-

– ¿Y ahora? –le ignora, si por el rey fuera, pasarían así todo el día. –Ve y diles que mamá está realmente molesta y que-

– ¡Anthony! –brinca y automáticamente se coloca a una distancia segura del mayor. –Perdón Peter, pero es que ya es tarde, es una completa falta de delicadeza-

–Hola, mamá. –James está sonriendo como si el enojo de la monarca no fuera palpable. –Estamos listos.

Peter finge una tos. Steven ni siquiera les voltea a ver, va caminando de la mano de James y el vivo color de sus mejillas es lo único que le delata. – ¿Por qué sigues con la barba? ¡Ese no es el traje que se te asignó!

–Nos gusta la barba. Y este es da un aire más familiar, para calmar los nervios. –eso suena tanto a Steven que la reina afila la mirada. Tony rasca la parte de atrás de su nuca.

– ¿Vamos? Ya es tarde. –el príncipe ni siquiera espera respuesta, tira de Steven y se van encerrados en su propia burbuja.

La reina les sigue cerrando los puños con fuerza, caminan detrás y lanzado un par de maldiciones en latín, Tony no las escucha pero las tiene en su mente firmes y claras.

– ¿Tú viste lo que yo? –pregunta Peter con su tono de travesura.

–El inicio del Armagedón, sí.

Palacio [STUCKY] [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora