Capítulo 2. Nuevas Interacciones.

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Habían pasado casi 5 semanas desde que regresó del colegio, y como era de esperarse sus "clases extras" no tardaron en llegar.
Por la mañana tenía su instrucción de piano, luego francés (este por petición de su madre) aunque en realidad disfrutaba del idioma, por la tarde tenía su entrenamiento físico para duelos, además llevaba una dieta controlada ya que según su madre "había aumentado de peso" durante su estancia en el colegio, las clases de magia solo las tenía dos veces a la semana, pero el día que ella deseaba que llegara eran los sábados, era su día libre, lo disfrutaba como nunca, aprovechaba para salir y patinar alrededor de los grandes jardines de la mansión, hoy era ese día y se encontraba recorriendo el jardín cuando una voz la sacó de sus pensamientos.

— Señorita...Caliope...—Dice el mayordomo Adam agitado respirando rápidamente con una mano en el pecho, pues estaba tratando de alcanzar a la chica para evitar gritarle.
— Adam, dios mío no quiero que vomites un pulmón en mi jardín, creo que alguien tiene que acompañarme en mis entrenamientos—Calie no puede evitar reír cuando Adam la voltea a ver con una mala mirada.
— Bien jovencita, me temo que debe suspender su actividad, sus padres quieren verla de inmediato— Ella frunce el ceño y se cruza de brazos.
— ¿Que pasa, acaso ya me agregaron clases en sábado? Adam, me siento cansada de esto.— dice sentándose en la fuente que estaba a un lado de ellos.
— No es eso joven Calie, el día de hoy habrá una reunión importante, asuntos del ministerio, andando su madre está esperando.— Adam gira sobre sus talones para empezar a caminar pero se detiene al ver que la chica no lo sigue.— ¿Acaso esas ruedas se quedaron pegadas al suelo?— pregunta con ironía y hace que Calie se ría por lo bajo.
— Adam...— El hombre la mira y hace una señal para que continúe, Calie se levanta y va hacia él para ir a su lado.— Sabes, estas semanas he notado especialmente raros a mis padres, sé que no debo hacer preguntas y me disculpo por eso pero ¿tienes idea de qué está sucediendo?

El hombre evitando el contacto visual se gira al frente y sigue caminando, nerviosamente le contesta.
— Creo que está sobrepensando un poco las cosas joven Calie, sus padres han estado muy ocupados con asuntos del ministerio, le aseguro que no hay de que preocuparse, además no es por ser chismoso pero, al parecer se trata de un ascenso para su padre.—
— Bien, más herencia para mí.— Responde con gracia a lo que el mayordomo la voltea a ver con una ceja alzada.— Oh vamos Adam, si quieres puedo comprarte más de esos discos muggles que te gusta coleccionar.—responde golpeándolo con el codo.
— Ni una palabra de eso a sus padres, pequeña chismosa— dice Adam nervioso, sabía que sus jefes no autorizaban esas cosas.
— Tu secreto está a salvo conmigo, bien iré a ver a mi madre— dice entrando a la mansión dejando al Sr. Adam viéndola alejarse.

Si algo era verdad, era que la extrañaría mucho, era como una hija para él, conocía toda la situación pero no le correspondía contar la verdad. Aunque quisiera, no podría por su juramento.

Calie llega al comedor buscando a su madre, sin encontrarla le pide ayuda a uno de los elfos y este responde llevándola con sus amos.
— Me dijeron que querían verme— dice Calie quitándose los patines para sentarse en uno de los sillones de la biblioteca.
— El día de hoy tendremos una reunión importante, es la primera vez en mucho tiempo que seremos anfitriones para nuestros amigos, será a las 7 pm, tienes que estar lista para entonces— comenta su padre con una mirada seria.
— Disculpa, padre...— Contesta Calie y se aclara la garganta para seguir hablando— pero, si es un asunto de trabajo ¿por qué tengo que estar presente?— Pregunta nerviosa y preparándose mentalmente por si su padre se exaltaba como suele hacerlo cuando pregunta algo.
— Caliope... No vamos a discutir esto, querida— comenta rápidamente su madre para evitar una discusión entre los dos.
— Bien, ¿Qué tengo que usar?— pregunta Calie resignada hacia su madre.
— Tu atuendo ya está listo en tu habitación, anda ve, quiero que estés perfecta para recibir a los invitados con nosotros.— Jordana la ayuda a ponerse de pie y la encamina fuera de la habitación sin decir más.

Llegando a su habitación observa sobre su cama el atuendo elegido ~¿realmente no puedo ni elegir qué usar?~ Pensó y se dirigió a la ducha para empezar a prepararse.
Realizo toda su perfecta y organizada rutina de belleza, tardo muchísimo en decidir si ya estaba lista, siempre encontraba algo que no le convencía en ella, llegó un momento en el que la frustración le ganó y comenzó a llorar. Luego del pequeño inconveniente, giró a ver su reloj y abrió los ojos al ver que ya eran las 7:15 pm.

— Maldita sea, van a matarme.— dijo entre dientes para luego salir rápidamente al vestíbulo.

En ese instante unos amigos de sus padres iban entrando por la gran puerta de la mansión, iba bajando las escaleras cuando notó que todos voltearon a verla, ella siguió su camino ya que bajar la cabeza no estaba dentro de sus actitudes, al llegar su padre la incorporó acercándola con las manos en sus hombros apretándolos disimuladamente.

— Nunca había tenido la oportunidad de presentarles a mi hija, Caliope— comenta Ronan hacía la pequeña familia que se encontraba frente a ellos que la miraban sombrados y confundidos a la vez.
— Mucho gusto señor y señora...— Calie los observa esperando una respuesta, cuando salieron de su trance el hombre contestó.
—Malfoy, Lucius Malfoy querida y ella es mi esposa Narcissa— comentó el de pelo platinado tomando a su esposa de la mano.
Calie voltea hacia el tercero de ellos esperando a que hablara, ella mantenía su mirada fría al frente.
—Oh, disculpa querida, este es nuestro hijo, Draco— dice rápidamente Narcissa al observar que el muchacho no contestaba.
— Disculpa, Draco Malfoy, un gusto— dice el rubio incorporándose estirando la mando para tomar la de ella en un saludo.
— Un placer, Draco— termina la joven soltándose de su mano, volteando a ver a su padre quien la observaba detenidamente.
— Bien, pasen por favor, los demás se encuentran en el comedor, la cena ya está lista— les indica Jordana y todos la siguen para incorporarse cada quien en un asiento de la gran mesa del comedor.

La cena continuó con las pláticas de los mayores acerca del ministerio y sus fortunas. Cosa que para Calie no era un tema relevante, ella solo se concentraba en su cena y de vez en cuando en voltear su mirada hacia el rubio que la miraba "disimuladamente". No podía negar que era apuesto, sin embargo, en su mente no había espacio para hacer amigos, era algo que también había aprendido en Durmstrang.

—Caliope es la primera de su generación en Durmstrang, excelentes notas en clases, he hablado con sus instructores y me comentan que incluso es la mejor en duelos— comenta Ronan con una sonrisa de superioridad observando a Calie con una copa en las manos.
— ¿De verdad, Caliope? Eso es excelente.— comenta una de las invitadas, ella solo se limita a asentir con la cabeza en dirección de la mujer.
—También es excelente en el quidditch, ingresó al equipo como buscadora desde primer curso— siguió alardeando Ronan hacía sus invitados.
—Vaya, mi hijo Draco también es buscador de su equipo en Hogwarts— comenta Lucius mirando y abrazando a su hijo por arriba de los hombros, en ese momento las miradas de ambos chicos se conectan por un instante pero rápidamente la retiran.

Terminando la reunión, Caliope se despedía de todos, incluyendo a la familia de ese chico rubio.
Ella no pensó más en el asunto, cuando ya no quedaba nadie rápidamente subió a su habitación para prepararse y dormir.
Cuando ya tenía su pijamas puesto, salió al balcón a observar la luna, si, ese día como ella lo tenía calculado habría luna llena, era algo que causaba mucha curiosidad, le gustaba leer acerca de ella, la encontraba tan hermosa por alguna extraña razón. Llevó su mano a su cuello para sacar su collar, al parecer era un relicario, pero nunca pudo abrirlo ni siquiera con algún hechizo, lo tenía desde que tenía memoria, sin embargo sus padres nunca le dieron una respuesta del porqué no podía abrirlo.
Apretando el collar en sus manos, levanta la vista a la luna cerrando los ojos y suspirando.

Solo le faltarían casi 3 semanas más para regresar al colegio, solo quería tener alguien con quien hablar, aunque no lo hiciera mucho. Ya que hasta su padre se encargaba de que ella tuviera su propio espacio en aquel lugar, no vivía la misma experiencia que sus compañeros de internado.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora