Capítulo 1. Vacaciones Extrañas

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Recién terminaba el segundo año para los chicos de Durmstrang, después de un último hechizo para borrar de su memoria la ubicación de su instituto, todos los alumnos se reencontraban con sus respectivas familias. Para Calíope, no era nuevo encontrarse con el mayordomo de la mansión Avery, no le molestaba ya que había hecho una gran amistad con aquel buen hombre. La relación con sus padres era extraña, con su madre tenía mayor comunicación, pero cuando estaba junto a su padre ella cambiaba radicalmente. El señor Avery era totalmente opuesto, frío, calculador, exigente, a veces Caliope sentía que él le tenía algún tipo de resentimiento, aunque no encontraba alguna razón para creerlo, así que simplemente lo dejaba pasar.

—Señorita Avery, un gusto volver a verla.—Comenta Adam recibiéndola con una sonrisa y ayudándola con su baúl de mano.
— Vamos Adam, te he dicho mil veces que me llames Calie, me da mucho gusto volver a verte.— Dice devolviéndole la sonrisa y envolviéndolo en un cálido abrazo.
— Bien joven Calie, tenemos que apresurarnos, sus padres están esperándola para la cena.—Menciona dando vuelta sobre sus pies para caminar hacia su transporte.
— Hogar dulce hogar...— murmura Calie para sí misma empezando a caminar en dirección al auto.

Camino a la mansión, Caliope se movía incómoda por el dolor que sentía en su espalda, consecuencia de sus entrenamientos de duelo físico que impartían en la escuela, no eran curados por la enfermera a menos que fueran heridas de gravedad, todo con la intención de "fortalecer su espíritu duelista". Aun así, no le tomaba mucha importancia, ya que ella aún siendo temporada vacacional seguiría con entrenamientos por exigencia de su padre.
Llegando a su hogar, pudo notar que esta estaba notablemente más silenciosa que de costumbre, iría a buscar a su madre de no ser por las ganas que tenía de ir al baño antes de subir al auto. Subió a su habitación, el cual al entrar cambiaba totalmente a lo que era el resto de la mansión, con solo abrir y cerrar la puerta de su habitación ella entraba a dos mundos totalmente diferentes, tenía un piano donde constantemente se distraía, muchos libros que su padre le obsequiaba con el propósito de nunca dejar de estudiar, aunque para Caliope eso no era un problema ella podría solo escuchar las clases sin realizar ninguna anotación y aún así obtendría la mayor calificación.

Ya en su habitación, se cambio apropiadamente para la cena, estando lista bajó en dirección al comedor pero se detuvo al escuchar a sus padres hablar en la oficina del Señor Ronan, se acercó cautelosamente a la puerta para entender mejor.

— No podemos permitirlo, Ronan— Comentó entre dientes Jordana a un Ronan que la miraba sin ninguna expresión.
—¿Qué pretendes que hagamos? Conoces la situación y lo que pasó este año no debe pasar desapercibido, está intentándolo y de alguna forma lo logrará, Jordana— Contestó.
—Tiene que saberlo, solo de esa forma podrá estar segura de todo esto— Calie frunce el ceño al escuchar eso, ¿a quién se referirá? Se preguntó ella misma.
—Por favor, no merece eso, prefiero que esté lejos a salvo— siguió Jordana.
—Hablaremos de esto después, tenemos que bajar a cenar— Menciona Ronan empezando a caminar hacia la salida.

Calie al escuchar corre hacia la sala de estar, ella misma se impresionó de lo rápido que llego al lugar, tal vez los entrenamientos si sirven de algo al final de cuentas, al sentarse tomo un gran respiro y se colocó apropiadamente para recibir a sus padres.

—Hola cariño, no sabes cuánto te extrañe— Dice Jordana acercándose a ella para rodearla en un abrazo terminando dándole un beso en la frente.
— Madre, yo también te extrañe— Responde ella con tranquilidad aunque por dentro quisiera brincar de la emoción. —Padre, es bueno verte de nuevo—Dice girándose en dirección a Ronan quien solo asiente, pero después de un momento se acerca a ella para abrazarla con fuerza.
Ante el repentino cambio de actitud, Calie se queja en silencio por el dolor en su espalda, pero no podía negar un abrazo de la persona a la que siempre buscaba impresionar, así que se dejó llevar por el momento y le correspondió el abrazo.
— Bien, una cena de bienvenida nos espera, andando las dos— Ordena Ronan a lo que las dos castañas lo siguen.

El resto de la cena siguió normal, preguntas de ambos acerca del curso que recién había terminado en el colegio, calificaciones, sus padres le comentaban lo que habían hecho con sus amigos sangre pura durante su ausencia y algunas cosas sobre el ministerio de magia, Calie solo se limitaba a escuchar, sabía que las preguntas eran un problema para su padre así que solo ignoraba su curiosidad y dudas al respecto. Ella solo podía pensar en la conversación que acababa de escuchar, no podía evitarlo porque ¿a quien querían proteger?
Al caer la noche, no pudo evitar quedarse dormida casi inmediatamente al tocar su cama, al fin había acabado la escuela, solo tenía que soportar las miles de clases que sus padres reservaban para ella durante las vacaciones y luego volver al colegio, su vida era una constante rutina.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora