Caliope Avery, una brillante estudiante de Durmstrang, ve su mundo transformado al ingresar a Hogwarts. Su vida da un giro cuando tiene su primer encuentro con Harry Potter.
Entre secretos familiares ocultos, peligros y misterios revelados, Caliope...
Volaban rápidamente sobre Londres, Calie sentía una sensación de libertad al sentir el aire fresco chocar en su rostro, con eso, se relajó lo suficiente como para empezar a disfrutar el camino.
— ¡Eres bastante buena volando, Caliope!— gritó Tonks, quien llegó a su lado.
Antes de que pudiera responder, Moody la llamó, haciendo que fijara su vista en el.
— ¡Caliope! ¡Listos para descender! ¡No rompan la formación!— gritó Moody moviendo su brazo para llamar la atención.
Ordenadamente, comenzaron a bajar llegando a un vecindario extrañamente silencioso. Cuando Calie bajó de su escoba, Moody las desapareció con solo golpear el suelo con su bastón.
— Andando, como estaba planeado— ordenó Moody.
Calie avanzaba un poco insegura detrás del grupo, hasta qué a Kingsley se giró hacia ella. — Que Harry te vea a ti primero, andando, en silencio— le dijo Kingsley a Calie.
— Claro— respondió apretando sus labios y avanzó al frente de todos—. ¿Estarán los Dursley en casa?
— No lo creo— respondió Kingsley.
Calie intentó tocar la puerta, pero Moody se adelantó abriéndola con un hechizo, haciendo que ella lo mirara con los ojos entrecerrados.
— No hay tiempo para los modales, señorita Lupin— dijo Moody con su voz gruñona.
Ella no respondió, sacó su varita, conjuró un «lumus» y avanzó silenciosamente, siendo seguida por los adultos. Llegó al inicio de las escaleras y sin pensarlo mucho, subió hasta llegar al pasillo, encontrándose con cuatro puertas.
— Que aseados son estos muggles— dijo Tonks al examinar el lugar.
— Shhh, ¡Tonks por todos los cielos!— regañó Moody.
— Que desgraciados— soltó Calie en voz baja, al notar como una de las puertas estaba llena de candados cerrados.— Es aquí— dijo girándose hacia Moody, quien se acercó y lanzó hechizos para abrir todos los candados.
Harry, quien antes estaba dormido, escuchó el movimiento afuera de su habitación y asustado, se puso rápidamente de pie, colocándose sus lentes y buscando su varita.
— ¡¿Quién es?!— exclamó Harry.
Cuando lograron abrir la puerta, Calie entró primero, aún con su varita en alto, encontrándose con Harry, quien ya estaba preparado para atacar.
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— Baja la varita, estrella, ya tienes suficientes problemas— dijo Calie irónicamente mientras sonreía.
— ¡¿Calie?!— exclamó Harry bajando su varita, encontrándose con la hermosa sonrisa que la caracterizaba— ¿Profesor Moody? ¿Qué hacen aquí?— preguntó al notar que no había llegado sola.
