Las vacaciones llegaron a su amargo fin, los pasillos de Hogwarts reverberaban nuevamente con la algarabía de los estudiantes. Después de unos días, las tan esperadas clases que Lupin impartiría a Harry con la ayuda de Caliope finalmente comenzaron.
— ¿Estás seguro de esto? — cuestionó Lupin, sus ojos penetrando los de Harry —. Esto es magia muy avanzada, más complicada que la hechicería común.
— Estoy seguro — respondió Harry, girando para encontrarse con la mirada de la castaña, quien le guiñó el ojo.
— Todo está preparado — añadió Caliope.
— Lo que te enseñaremos se llama encantamiento «Patronus» ¿lo conoces? — continuó Lupin mientras Harry negaba con la cabeza —. ¿No? Bueno, el encantamiento Patronus es una fuerza positiva. Cuando lo invocas, es un escudo. El dementor toma esa energía y no la tuya — explicó Lupin con solemnidad.
— Para que funcione, necesitas pensar en algo. Un momento feliz, tiene que ser poderoso e intenso — mencionó la castaña mientras avanzaba para ponerse a un lado del profesor.
— ¿Lo harás? — preguntó Lupin.
— Ujum — contestó nervioso Harry, apretando la mano que sostenía su varita.
— Sí, muy bien, cierra los ojos — ordenó Lupin —. Concéntrate. Explora tu pasado, ¿ya lo tienes? Deja que te invada, déjate llevar por él. Luego pronuncia esto "Especto Patronum".
— Especto Patronum — repitió Harry.
— Muy bien — dijo el hombre mientras avanzaba al baúl que tenían en frente, Caliope dio unos pasos atrás mientras observaba atentamente —. Varita lista — indicó Lupin abriendo el baúl.
De este emergió un dementor, ambos observaban a Harry esperando que lo atacara; sin embargo, no sucedió. El chico cayó desmayado. Luego de unos minutos, despertó para encontrarse con Calie que lo ayudaba a sentarse.
— Vamos, arriba, respira — decía la castaña.
— De acuerdo. No esperaba que lo hicieras a la primera, hubiera sido increíble — dijo Lupin agachándose, sacando de su bolsillo un chocolate para darle un pedazo al chico.
— ¡Qué horrendo dementor! — comentó Harry mientras mordía el chocolate.
— Oh no no no — negaba Lupin poniéndose de pie para caminar a una mesa —. Eso era un boggart, Harry. Un dementor es terriblemente peor.
— ¿En qué pensabas? — cuestionó Caliope mirando a Harry —. ¿Qué recuerdo elegiste?
— Cuando monté mi escoba — respondió Harry poniéndose de pie.
— No es suficiente. No es nada poderoso — replicó la castaña con voz severa.
Harry caminó y observó las velas mientras Lupin, junto a Calie, lo observaban con curiosidad.
— Existe otro — dijo —. No es feliz en sí... Bueno, sí lo es. Es el momento más feliz, pero es complicado.
— ¿Es intenso? — preguntó Lupin, a lo que Harry asintió con la cabeza.
— Intentémoslo — dijo Calie con una sonrisa hacia el profesor, y este asintió —. ¿Listo?
— Listo — avisó Harry, poniéndose en posición con su varita en alto.
El boggart salió una vez más del baúl. Ambos miraban ansiosos al chico. Harry dijo por segunda vez el encantamiento, esta vez con más fuerza y seguridad. En ese instante, la luz blanca y poderosa de un patronus incorpóreo alejó al dementor, logrando que entrara nuevamente al baúl.
— Excelente — dijo Calie emocionada, abrazando un poco al chico.
— Bien hecho, Harry, bien hecho — soltó Lupin emocionado, aplaudiendo levemente —. Creo que fue suficiente — dijo Harry respirando rápidamente, agachándose para sentarse en las escaleras.
Caliope se sentó a su lado, poniendo su mano en el hombro del chico como muestra de apoyo. Lupin se incorporó a los chicos y se sentó a un lado de Harry.
— Quiero decirte que eres tan buen hechicero como tu padre, y eso es impresionante — le dijo Lupin.
— Pensaba en él y en mamá, los veía y me hablaban, aunque no sé si es real, pero es el más feliz que tengo — soltó el chico.
El comentario hizo que Calie bajara la mirada hacia sus pies, sintiendo un pinchazo en el corazón.
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𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)
FanfictionCaliope Avery, una brillante estudiante de Durmstrang, ve su mundo transformado al ingresar a Hogwarts. Su vida da un giro cuando tiene su primer encuentro con Harry Potter. Entre secretos familiares ocultos, peligros y misterios revelados, Caliope...