Capítulo 14. El Mapa del Merodeador.

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Cuando finalmente la castaña pudo salir de la enfermería, retomó sus clases con normalidad. Todo marchaba bien con sus amigos, incluso había retomado algunas conversaciones con Pansy. No compartió con nadie lo que estaba experimentando; la única persona que le importaba era su padre, por lo que decidió mantenerlo todo en secreto.

Caminando por los pasillos del castillo, una voz conocida la hizo detenerse y girar; era Harry.

— Hola, Potter — le dijo la castaña con una sonrisa.

— Hola, Calie. Me preguntaba si ¿querías acompañarme a hablar con el profesor Lupin? Me enteré de que ya está mejor y podemos ir a verlo.

Ella se tensó ligeramente, pero rápidamente se relajó para que el chico no sospechara. Con una sonrisa, aceptó, y juntos se dirigieron hacia el bosque para dar un paseo junto al profesor.

Mientras caminaban por el sendero, Calie no podía evitar sentir lástima y culpa al ver el estado en el que se encontraba el profesor. A pesar de ello, Lupin seguía siendo el mismo hombre carismático y cálido, lo que hacía que el corazón de la chica latiera por aquel que ahora sabía que era su padre. Una propuesta de Harry la sacó de sus pensamientos.

— Necesito defenderme — le pidió Harry al profesor —. Sé que sabe hacerlo; iba a ahuyentar al dementor del tren, solo que Calie llegó primero.

— Solo era uno esa noche — respondió Lupin.

— Pero ella pudo alejarlo — replicó señalando a la castaña —. Yo también podría hacerlo.

— No pretendo ser un experto, Harry, pero ya que los dementores parecen tener un interés especial en ti, supongo que te enseñaré.

— Yo puedo acompañarte, Harry — le dijo la chica, poniendo una mano sobre el hombro del chico.

— Ambos te enseñaremos. La señorita Avery, a mi parecer, es una excelente bruja — comentó Lupin, dándole una sonrisa a la castaña —. Pero será después de las vacaciones; ahora, tengo que descansar.

Las vacaciones de invierno estaban a punto de comenzar; el frío intenso se apoderaba del ambiente y una manta de nieve blanca cubría todo el lugar. El esperado día sábado llegó, marcando otra salida a Hogsmeade para los alumnos. Los chicos de Slytherin intentaron persuadir a los profesores para que Calie pudiera unirse, pero no tuvieron éxito. Ante esto, la castaña, una vez más, se quedó en el castillo, acompañada por su amigo Harry Potter. La estampa invernal del castillo envuelto en nieve creaba un escenario pintoresco, aunque la ausencia de la joven en la visita a Hogsmeade añadía un toque de melancolía a la temporada festiva para sus amigos.

— Calie, tengo una idea, rápido acompáñame — dijo Harry, sin darle tiempo de cuestionar, saliendo velozmente y siendo seguido por la castaña.

Calie no podía creer que tuvieran esa capa de invisibilidad. Juntos salieron debajo de ella, caminando por la nieve antes de que un par de cabezas naranjas los tomaran de los brazos y los encaminaran al castillo.

— Muy astutos, Harry y compañía — dijo uno de ellos.

— Pero no lo suficiente. Además, hay una mejor forma — siguió el otro.

— Basta, queremos ir a Hogsmeade — dijo Harry.

— Lo sabemos — dijeron en unísono —. No se preocupen, los llevaremos — terminó uno de ellos.

Al llegar a un pasillo, los gemelos les quitaron la capa, llevándose una sorpresa al ver a la castaña con Harry.

— Vaya, vaya, ¿a quién tenemos por aquí, Gorgi? — dijo el chico codeando a su gemelo.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora