Capítulo 5. La Marca Tenebrosa.

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En la tienda, los chicos estaban debatiendo sobre el partido.
— ¡No existe nadie como Krum! —soltó Ron severamente

— ¿El tonto Krum? — le dijo Fred ganándose un golpe de la castaña en el brazo.— Hey!— dijo sobándose

— Por la forma en que vuela, parece un ave— siguió defendiendo Ron— Es más que un atleta, es un artista.

— Creo que estás enamorado— dijo Ginny burlonamente haciendo que todos comenzaran a reír.

Los chicos entonaban cánticos sobre la obsesión de Ron con Víctor Krum, entre risas que resonaban mientras, en el exterior, se escuchaban gritos. Caliope intentaba captar los sonidos, pero no parecían ser vítores de celebración.

—Creo que los irlandeses están festejando —comentó George.

—No son los irlandeses —murmuró Calie, mirando hacia la salida de la tienda.

En ese momento, el señor Weasley irrumpió rápidamente, visiblemente alarmado.

—¡Tenemos que salir de aquí! —gritó hacia los chicos, provocando tensión en todos.— ¡Ahora!

Corrieron hacia la salida, y al llegar al exterior, se encontraron rodeados de fuego y personas aterradas que se empujaban entre sí. La situación se volvía cada vez más caótica, mientras Calie observaba a su alrededor, Arthur les daba indicaciones.

—¡Vayan al traslador rápidamente y permanezcan juntos! —gritó a los siete chicos, quienes lo miraban con temor.— Fred, George, Ginny es su responsabilidad. Ron, Hermione, la tuya. Y Harry, Caliope irá contigo.

Arthur Weasley se lanzó en la dirección opuesta, mientras todos avanzaban alarmados, observando el caos que los rodeaba. Calie, al girarse, logró divisar a un grupo de personas con máscaras usando extraños sombreros puntiagudos, avanzando con antorchas en sus manos; eran mortífagos.

 Calie, al girarse, logró divisar a un grupo de personas con máscaras usando extraños sombreros puntiagudos, avanzando con antorchas en sus manos; eran mortífagos

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Cuando Calie se volvió, se percató de que se encontraba sola. Con la adrenalina a flor de piel, comenzó a correr en busca de sus amigos, pero la multitud la empujaba, alejándola del camino hacia el traslador. Sin otra opción, decidió correr y esconderse entre las tiendas aún en pie. Observaba con horror cómo los mortífagos avanzaban, dejando destrucción a su paso. Al notar que se acercaban, se dirigió rápidamente hacia el bosque, pero un choque con otra persona la hizo caer al suelo abruptamente. Intentó levantarse, pero un golpe en la cabeza la hizo cerrar los ojos, cayendo inconsciente en medio del caos.

Caliope abrió lentamente los ojos, sobándose la cabeza con dolor. Se percató de que estaba en el bosque cuando una voz la hizo saltar del susto: era Draco.

— ¿Te sientes bien? —preguntó Draco, examinando el rostro de Calie con preocupación.

—Estoy bien, ¿tú estás bien? ¿Qué rayos haces aquí? ¿Dónde están tus padres? —preguntó Calie confundida mientras se ponía de pie.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora