Capítulo 29. Saliendo del Cuartel.

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Debían volver a Hogwarts en el autobús noctámbulo al día siguiente, escoltados una vez más por Tonks y Lupin, a quienes Calie, Draco y Theo encontraron desayunando en la cocina al bajar de sus dormitorios por la mañana.

Tras un desayuno rápido, todos se pusieron abrigos y bufandas para protegerse del frío de aquella mañana gris del mes de enero. Calie sentía una opresión en el pecho; no quería despedirse de Lupin. Aquella separación le causaba una profunda tristeza y angustia por el bienestar de su padre en su ausencia.

Mientras Theo y Draco conversaban con Lupin, Calie decidió perder tiempo paseándose por por la casa; se encontró con una habitación que todo el tiempo que había estado allí la había visto cerrada pero, esta vez estaba abierta. Sin pensarlo mucho, entró a la habitación y se quedó observando con curiosidad el tapiz que cubría las paredes; el árbol genealógico de los Black.

— ¿Sirius tiene un hermano?— se preguntó a sí misma en voz baja, pasando su mano sobre el rostro del hombre—. Regulus Arcturus Black... ¿por qué no lo mencionó?

En ese momento; Harry bajaba de las escaleras junto a Ron y Hermione, y al ver la puerta abierta, el también entró con curiosidad encontrándose con Calie.

— Creo que ahora está claro por qué este lugar estaba cerrado, ¿no?— dijo Calie, pasando su mirada del tapiz a Harry, quien analizaba el lugar.

Antes de que Harry contestara, Kreacher apareció en el lugar.
— Feo mocoso, parado ahí como un temerario— dijo con su gruñona voz. Harry lo miró con molestia, mientras Calie seguía con su mirada en la pared—. Harry Potter, el niño que detuvo al señor tenebroso... amigo de los sangre sucia y de los traidores de la sangre...

— Kreacher, basta— dijo Calie, con serenidad.

— Sí mi pobre ama lo supiera...

— ¡Kreacher, ya es suficiente!— exclamó Sirius, quien estaba de pie en la entrada. Calie lo miró unos segundos y volvió su mirada al tapiz—. ¡Retírate!

— Por supuesto amo, Kreacher solo vive para servir a la noble casa de los Black— respondió con sarcasmo y se desapareció del lugar.

— Lo lamento... nunca fue muy amable, ni cuando yo era pequeño, no conmigo, al menos— comentó Sirius, entrando a la habitación.

— ¿T-tú creciste aquí?— preguntó Harry.

— Está fue la casa de mis padres— respondió Sirius—. Se la ofrecí a Dumbledore como cuartel para la Orden. Eso es lo único útil que he podido hacer...

Calie se cruzó de brazos al escucharlo.

Este es el árbol genealógico de los Black, mi trastornada prima— siguió, señalando una mujer llamada Bellatrix, hermana de la madre de Draco— Yo los odiaba a todos, a mis padres con su manía por la pureza de la sangre... Mi madre... hizo esto cuando me fui— colocando su dedo sobre una gran mancha en el tapiz—. Cautivadora mujer... Yo tenía 16.

— ¿A dónde fuiste?— preguntó Harry.

— Con tú padre, siempre fui bienvenido con los Potter, en ti veo mucho de él, Harry. Tú te pareces mucho a él.

Calie no estaba poniendo mucha atención, se agachó para pasar su mano sobre el rostro de Draco en el tapiz.

— Sirius... está conexión entre Voldemort y yo— comentó Harry, haciendo que Calie lo mirara y se pusiera de pie—. ¿Qué tal si eso se debe a que me estoy volviendo como él? Es que estoy sintiendo tanta ira, todo el tiempo y, y si después de todo lo que ha pasado, algo está mal dentro de mí, ¿y si me estoy... volviendo malo?

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora