Capítulo 5. Boda Weasley Delacour.

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— ¡Caliope, cinco minutos!

El grito de Lupin desde la sala solo hizo que Calie se sintiera más nerviosa.

Ajustaba el último broche de su vestido frente al espejo, sus manos temblando ligeramente mientras se observaba en el reflejo. La ceremonia de Bill y Fleur estaba a solo unas horas, y la inquietud la devoraba por dentro. No era solo el evento en sí, sino el hecho de que tendría que enfrentarse a personas que podrían no recibirla con los brazos abiertos.

Usaba un vestido de color verde olivo que, claramente, Draco escogió para ella un día antes.Estaba perdida en sus pensamientos, cuando la puerta de la habitación se abrió y de reojo vio la alta figura de Draco entrar.

El rubio usaba un traje negro que resaltaba su alto y fornido cuerpo, y que reflejaba totalmente su natural elegancia.

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— ¿Lista, cariño?

La voz de Draco sonó suave detrás de ella. Se encontraba apoyado en el marco de la puerta, su expresión seria pero con un atisbo de preocupación en sus ojos grises.

Caliope giró lentamente, tratando de forzar una sonrisa.— Lo estaré en un momento, es que no me decido si sostenerme el cabello o no...— dijo, aunque su tono traicionaba su nerviosismo.

— Sabes que podemos quedarnos— dijo con suavidad, buscando que ella volviera a mirarlo—. No estamos obligados a asistir, si no quieres ir...

— Es solo que...— lo interrumpió—. Tengo miedo de que no seamos bien recibidos, que lo hagan solo porque soy su hija y... que él aún no me haya perdonado... ha pasado muy poco tiempo y...

— Calie, cielo— la llamó Draco, y con sus manos en su cintura hizo que girara hacia él. Con una mano fue hacia su mentón y la hizo levantar su cabeza—. Sé que es algo abrumador, yo también me siento igual, o peor, ni siquiera son mis amigos... y digamos que mi relación con los Weasley nunca fue muy buena... lo sabes, ¿no?— inquirió con una suave risa.

Calie suspiró sonriendo y asintió, sin embargo, su inquietud aún estaba presente.

— Elegimos nuestro camino, y los hemos ayudado...— siguió Draco—. De no haber sido por ti, por nosotros, quién sabe cuántos de ellos quedarían con vida... ellos lo entenderán, con el tiempo, o quizá ya lo hacen...

— ¿Y si no? ¿Y si aún no nos perdonan por lo que pasó?

Draco dio un paso más cerca y la envolvió en sus brazos, acariciando su espalda en un gesto de apoyo.
— Bueno, entonces no hay nada que nosotros podamos hacer con eso. Sabemos porque lo hicimos y no tenemos porque dar explicaciones. Hemos cambiado, yo he cambiado. Y si ellos no nos dan la oportunidad, pues nunca sabrán la verdad.— respondió con voz firme.— Nos tenemos a nosotros, a Lupin, a Tonks, Adam, nuestros amigos... y ese pequeño que viene en camino, lo tenemos todo para ser felices.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora