Capítulo 32. Sin Esperanza.

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El 24 de junio llegó y con el, la última prueba del torneo, Calie no pudo dormir la noche anterior gracias al recurrente sueño que la seguía atormentando los últimos meses.

Al levantarse de la cama, se dirigió directamente al baño para ducharse y realizar ese ritual de belleza que la hacía calmar su ansiedad.

Mientras se veía en el espejo, la tristeza la invadía al saber que Lupin no podría acompañarla para la última prueba, ya que se encontraba en recuperación tras su reciente transformación. Y los Avery, seguían sin comunicarse con ella.

Seguía hundida en sus pensamientos hasta que escuchó que llamaron a la puerta, dejó lo que estaba haciendo y se puso de pie para abrir.

— ¿Qué haces?— dijo tomando a Draco del brazo para que entrara rápidamente a la habitación.— Te pudieron haber visto, me echarás de cabeza.

— ¿Así me recibes?— preguntó Draco fingiendo estar ofendido.

Calie soltó una risa y se acercó a él para darle un tierno beso en los labios.

— Así está mejor, gracias— dijo Draco sonriendo.— ¿Qué estabas haciendo? Se hará tarde y debes desayunar.

— Me estaba preparando, ven, siéntate, solo me cepillo el cabello y estoy lista— respondió Calie indicándole que se sentara en su cama.

— ¿Dónde está Pansy, no durmió aquí? Blaise no estaba en la habitación tampoco— preguntó Draco mientras examinaba el lugar.

— Están en el lago, salieron muy temprano del castillo, decidieron ir a ver el amanecer, algo así, se la pasan ideando citas diferentes— dijo Calie encogiendo los hombros mientras se cepillaba el pelo.

Draco miró al suelo y soltó un suspiro.
— Lo siento— dijo.

Calie lo miró por el espejo y se giró hacia él visiblemente confundida.
— ¿De qué estás hablando?— preguntó.

— Nunca te he invitado a una cita— respondió Draco aún con la mirada en el suelo.

Ella se puso de pie y se sentó a su lado, tomando su mano.
— Sé que no es algo que acostumbras hacer, no pienso forzarte a hacerlo— dijo con una pequeña sonrisa.

— ¿Quieres tener una cita conmigo?— preguntó Draco mirándola a los ojos.

— Pero, ¿y mis flores?— soltó Calie fingiendo estar ofendida.

— ¿Debo traer flores? ¿De cuales te gustan?— preguntó nervioso.

Calie soltó una risa haciendo que el rubio la mirara confundido.
— Estoy bromeando— dijo aún riendo, Draco solo puso los ojos en blanco.

— Ya me arrepentí, ya no quiero una cita contigo— replicó Draco cruzándose de brazos.

— Mjm, qué lástima, pudo ser divertido— dijo Calie burlonamente poniéndose de pie.

Draco se puso de pie y la detuvo tomándola de la cintura para girarla hacia el.
— ¿Divertido?— dijo sonriendo burlesco.

— Si, divertido— respondió Calie con picardía, acariciando su mejilla.

— ¿Y no podemos divertirnos, ahora?— preguntó Draco mirándola mientras humedecía su labio inferior.

Calie soltó una risa y Draco la acercó más a él para besarla, profundizaron el beso hasta que ella sintió que las manos de Draco comenzaron a bajar a sus muslos, en ese momento se separó de él.

— Tendrás que esperar, es tu castigo por negarme una cita— dijo Calie con una sonrisa levantando una ceja, se dio la vuelta y camino hacia la puerta, al notar que Draco no la siguió se giró a verlo.— ¿No piensas venir?

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora