Capítulo 16. Reencuentros.

836 95 31
                                    

Después de dos noches durmiendo muy poco, los sentidos de Harry estaban más alertas de lo habitual.
Al haber logrado huir por un pelito de Godri's Hollow, tenían la sensación de que Voldemort se hallaba más próximo y más amenazador que antes. Al anochecer, Harry rechazó el ofrecimiento de Hermione de seguir montando guardia y le dijo que fuera a acostarse.

Él colocó un viejo cojín junto a uno de los árboles que estaba muy cerca de la tienda y se sentó encima. Llevaba puestos todos los suéteres que tenía, pero aun así temblaba de frío. La oscuridad fue acentuándose a medida que pasaban las horas, hasta hacerse casi impenetrable.

 La oscuridad fue acentuándose a medida que pasaban las horas, hasta hacerse casi impenetrable

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cada pequeño movimiento parecia exagerado en la oscuridad. Harry sabía perfectamente que el bosque estaba lleno muchos tipos de animales, pero esa noche le habría encantado que todos permanecieran quietos y callados para que él pudiera diferenciar sus correteos y merodeos de otros ruidos que revelaran movimientos más inquietantes. Entonces recordó el sonido de una capa deslizándose sobre las hojas secas, muchos años atrás, y al instante le pareció oírlo de nuevo, pero desechó ese pensamiento. Si los sortilegios protectores habían funcionado durante semanas, ¿por qué iban a fallar ahora? Sin embargo, percibía que esa noche había algo diferente.

Y entonces, algo a lo lejos llamó su atención: Una intensa luz plateada moviéndose entre los árboles.
Se puso en pie de un salto, con la voz atascada en la garganta por el frío y alzando la varita de Hermione. No supo por qué, pero algo le dijo que tenía que seguir aquella luz. Cuando entornó los ojos para enfocar, vio la figura a todo su esplendor, una cierva avanzaba hacia delante, y Harry tuvo la impresión de que sabía que la estaba siguiendo.

La nieve crujía bajo sus pies, pero el animal no hacía ruido alguno al pasar entre los árboles, porque solo era luz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La nieve crujía bajo sus pies, pero el animal no hacía ruido alguno al pasar entre los árboles, porque solo era luz. Fue adentrándose en el bosque, y Harry aceleró el paso, convencido de que cuando la cierva se detuviera, le permitiría acercarse a ella. Y entonces le hablaría y le diría lo que él tanto necesitaba saber.

Mientras avanzaba, Harry sentía una clase de calor acumularse en su pecho. De vez en cuando, pasaba su mirada hacia los árboles que lo rodeaban, pero no había nadie. Así que supuso que se trataba del guardapelo que colgaba de su cuello.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora