𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)

Capítulo 12. Una Visita Especial.

Dos días después de la fiesta, Draco se mostró mucho más distante con todos. En esos días, cuando Caliope o Theodore intentaban convencerlo de ayudarlo con el armario o la misión él reaccionaba de mala manera y terminaban los tres en una fuerte discusión.

Por la tarde, Snape se encontraba en su oficina cuando llamaron a la puerta.
— Adelante— indicó Snape, quitándole el seguro con su varita desde su lugar— ¿Qué haces aquí?

— Necesito hablar con ellos— respondió Lupin.

— ¿Caliope sabe que estás aquí?— preguntó siguiendo con su trabajo, revisando los pergaminos.

— No, necesito que la llames y la mantengas aquí hasta que regrese de hablar con ellos— dijo Lupin.

— Dudo que acepte venir— opinó Snape.

— ¿Por qué? ¿Qué pasó, Severus?

— Lo dije— respondió a secas sin mirarlo.

— ¿Dijiste qué?

— Le dije que soy su padrino— confesó Snape al fin mirándolo. Lupin solo soltó un suspiro.—, no se lo comenté en un buen momento y, está molesta...

— Ellos quieren que la aleje de ellos, Severus— dijo Lupin recargando sus manos en el escritorio—, y no puedo hacerle eso, le quitaría lo más importante de su vida, lo que la hace feliz... no quiero perder a mi hija, no otra vez.

— Tal vez sea lo mejor, así estará a salvo— replicó Snape.

— ¿Y estás seguro de eso?— preguntó Lupin con firmeza—, asegúrame que ella ya no correrá peligro y en este momento voy a buscarla y me la llevo a casa...

— Ellos tienen miedo, pero son demasiado orgullosos para aceptar mi ayuda— dijo Snape.

— No puedes dejar que lo hagan, yo puedo esconderlos— propuso Lupin—, me comuniqué con Adam y vamos a preparar la mansión de la familia Avery, para que ellos puedan quedarse a salvo.

— ¿Y repetir la misma historia?— preguntó Snape con el ceño fruncido—, ¿que huyan hasta que un bastardo decida traicionarlos y los asesinen?

— Severus, deben estar juntos, no solo es Caliope, ellos también son víctimas— respondió Lupin.

— Iré a buscarla— anunció Snape, levantándose de su asiento—. Quédate aquí, enviaré a los chicos— agregó pasando a su lado.

Sin decir más, Snape salió de su oficina y se encaminó a buscar a Caliope, Draco y Theo.

Hábilmente encontró al rubio caminando solo hacia el séptimo piso. Lo tomó del brazo y lo hizo detenerse.

— ¡¿Ahora que?! ¡No he hecho nada!— exclamó Draco a la defensiva.

— ¿Dónde está, Theodore?— preguntó Snape, tratando de mantener la calma ante el tono de Draco.

— ¡No lo sé!— negó Draco—, ¡Debe estar en el comedor!

— Quiero que vayas por él y vayan directamente a mi oficina...

— ¡Ya le dije que no necesito su ayuda!— exclamó Draco.

— Escúchame— gruñó Snape tomándolo del cuello de la túnica—, Lupin está en mi oficina y dice que necesita hablar con ustedes, así que deja tu estúpida actitud evasiva y ve a buscar a tu compañero.

El rostro de Draco cambió de inmediato, mirando a Snape con preocupación— ¿Calie sabe que está aquí?— preguntó en voz baja.

— No, ¿dónde está ella?— respondió Snape soltando su agarre.