Capítulo 5. La Selección.

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•••Mientras tanto en el gran comedor después de que la selección de primero terminará•••
El director del colegio se puso de pie dirigiéndose al podio para dar un mensaje.
—Bienvenidos a todos los de primer año, espero disfruten su estancia en el colegio— dijo y los alumnos aplaudieron. —Ahora, este año hicimos una excepción en nuestro reglamento de admisión y le daremos la bienvenida a una alumna, ha sido transferida desde Durmstrang e iniciará su tercer año con nosotros en Hogwarts.—
Todas las mesas comenzaron a murmurar, no recordaban haber visto a alguien nuevo en el tren.
— Silencio, seamos amigables y demos la bienvenida a la señorita Caliope Avery...— Todos voltearon hacia la gran puerta que se abría y dejaba ver a una castaña caminando hacia en frente.
Nuevamente murmullos y miradas se posaban sobre la chica que caminaba segura y de una manera elegante hacia el director.
—Harry, es la chica que te salvó del dementor.— comenta Ron llamando la atención de los chicos que estaban alrededor.
—Puedes gritarlo más fuerte Ron, quizá no te escucharon— gruñe Harry mirando hacía su amigo pero se detiene al ver a la chica caminando a su lado, está siguiendo su camino sonríe de lado y le guiña el ojo.
—Vaya, dejen entrar a todos los de mentores por Merlín.— suelta uno de los gemelos Weasley ganándose malas miradas de las dos chicas que estaban con ellos.

Pero no eran los únicos que estaban concentrados en aquella chica, del otro lado en la mesa de las serpientes, un chico rubio no le quitaba la mirada de encima, reconocería ese rostro donde quiera que fuera.

— Oye! Ya hiciste puré esas verduras, suelta ese tenedor — le dice su moreno amigo que lo miraba con una sonrisa burlona.
— Cállate, Zabini— contesta el rubio mirando mal a su amigo.
— Vamos hombre, no te culpo, mira nadamas esa chica— comenta Blaise volteando nuevamente hacia donde iba la castaña.
— ¿Creen que quede en Slytherin? — pregunta una rubia quien la miraba un poco celosa de la atención que estaba obteniendo.
— Vaya espero que sí, aunque si fuera Gryffindor no me importaría— dice Blaise ganándose una mala mirada de la rubia.
— Tranquila Dhapne, Astoria y tú siguen siendo las princesas de Slytherin— comenta una pelinegra que estaba sentada a lado suyo.
—Hasta ahora.— comenta desinteresado un castaño que observaba como la chica seguía con el sombrero en la cabeza para seleccionarla.

Mientras ellos discutían, Draco solo podía estar pidiéndole a Merlín que por favor estuviera en Slytherin, intentando eliminar sus pensamientos voltea hacia sus amigos Crabbe y Goyle quienes observaban de la misma manera a la castaña.
Habían pasado al menos 7 minutos desde que le habían puesto el sombrero a la chica, hasta que finalmente el sombrero seleccionador habló.

—Bien, si eso quieres, te pondré donde puedas sacar lo mejor de ti... ¡¡SLYTHERIN!!— Grita siseando el sombrero y la mesa de las serpientes estalla en aplausos y silbidos para la castaña.

La chica se levanta del banquillo, dándole una pequeña reverencia al director (costumbres de su antiguo colegio, quizá creyó que aquí lo hacían igual). Esta acción solo hizo enfurecer más a las chicas de Slytherin, excepto a la pelinegra, ella la encontraba bastante interesante.
Caliope se dirigió a la mesa donde la recibían con saludos, algunos intentaban apretar su mano pero ella se limitaba a saludar con una sonrisa y moviendo su cabeza. Busco un lugar disponible y lo encontró a un lado del castaño que estaba más interesado leyendo un libro que en lo que estaba pasando a su alrededor.
El director siguió hablando presentando a los nuevos profesores, para sorpresa de la castaña tanto el semigigante como el mago que iba en el tren iban a ser maestros en ese ciclo escolar, había algo en el último que le resultaba vagamente familiar, sin embargo, como en todo en su vida, le restó importancia. Una vez terminado el discurso y después de que todos cantaran el himno de la escuela llegó el momento de la cena.
No podía creer la cantidad de comida que había en la mesa, sin embargo, su madre le había dejado en claro que no debía descuidar su físico como lo hizo la última vez, así que solo se limitó a comer un poco de pollo y verduras. No esperaba que cuando la cena se fuera aparecieran miles de postres listos para ser devorados, si por ella fuera ya hubiera acabado con todo. Seriamente y siendo cuidadosa se distraía leyendo el libro que el castaño tenía abierto aún lado de ella, esperando que la cena acabara lo más rápido posible.

Al dar por terminada la cena, todas las casas se dirigieron a sus respectivas salas comunes, Caliope seguía a los de su casa sin prestan atención a los demás, o eso creían, ella sabía que estaban hablando de ella, pero no le molestaba. Al llegar a la sala común, no pudo evitar abrir los ojos del asombro por aquel lugar, era enorme, había diferentes salas bien acomodadas y elegantes, una gran chimenea que calentaba el ambiente y grandes ventanas que daban vista al lago negro.
Algo me dice que aquí no toman aire fresco, pensó. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la prefecta se dirige hacia ella.
— Hola, Caliope Avery ¿cierto?— pregunta la chica morena alta.
— Así es— responde ella con una sonrisa
— Bien, déjame decirte que tienes un gran historial, espero lo mantengas aquí con nosotros, nuestro objetivo durante el ciclo es ganar la copa de las casas.— Explica la morena

Todos estaban "disimuladamente" hablando entre ellos, en realidad querían escuchar lo más posible de la chica para saber con quien estaban tratando.

—Una persona como tú necesita su propio espacio, o eso me dijeron.— siguió.— Tienes habitación para ti sola, es subiendo las escaleras hasta el fondo, tus cosas ya están listas, mañana durante el desayuno se entregan los horarios, si no tienes ninguna duda puedes ir a tu habitación.
—Muchas gracias— responde Calie para darse la vuelta y encontrarse con la mayoría de los de su año viéndola.— ¿necesitan algo?— pregunta de manera fría pero calmada mirando a todos.
Ante esto todos fingen demencia y empiezan a moverse a sus respectivas habitaciones, los demás compartían, 3 por habitación, se sorprendieron a escuchar que ella tendría una para ella sola.
Sin más que decir, la castaña camino a donde le habían indicado, entrando a lo que sería de ahora en adelante su habitación.

Una gran cama con dosel, ropero, baño privado con tina, tocador, una ventana hacia el lago negro, todo parecía hermoso a sus ojos, pero lo que se llevó toda su atención fue el gran piano negro que estaba cerca de la ventana. A veces, no le molestaban mucho las excentricidades de su padre Ronan.

Se limitó a tocar un poco ya que estaba demasiado cansada, después de cambiarse y acomodar todo para su primer día de clases, se dispuso a entrar a la cama para dormir. No tardó mucho en quedar profundamente dormida.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora