Capítulo 12. El Cáliz.

2K 192 20
                                    

Calie fue hacia la lechuceria, rápidamente tomó un pergamino y comenzó a escribir un mensaje para Lupin:

"Querido, papá:

Espero te encuentres bien donde sea que estés.
Acabo de cometer la mayor tontería en la escuela, un profesor nuevo de DCAO mostraba las maldiciones imperdonables de una manera muy peculiar, estaba torturado indirectamente a Neville y no lo permití, luego se burló de mí creyéndome una cobarde y en un impulso lance la peor de las maldiciones... es decir, no al profesor, si no a un insecto.
El punto es que ahora todos en Hogwarts me miran con horror y murmuran cosas, quise contártelo antes de que te enterarás por alguien más. No sé qué hacer, te necesito, te extraño.

Espero tu respuesta, ojalá un día puedas visitarme. De verdad necesito uno de tus consejos.
Cuídate mucho, papá.

—Caliope L.A."

Con lágrimas en los ojos, Caliope dobló el pergamino y se lo entregó a Nyx. Cuando el ave salió del lugar, ella regresó aún llorando por el pasillo. Sin dudarlo, se encaminó hacia la torre de astronomía, consciente de que ese rincón solitario le brindaría la privacidad que necesitaba en ese momento tan vulnerable.

Cuando llegó, se sentó cerca del balcón y, sin poder contenerse, empezó a llorar más fuerte, abrazando sus rodillas y bajando la cabeza.

Draco y Theo llegaron al lugar por sugerencia de Draco. Al escuchar a Calie llorar, ambos se miraron y, sin dudarlo, se acercaron para sentarse a su lado. Cuando Calie notó su presencia, se giró rápidamente hacia Draco y lo abrazó. Él correspondió el gesto, permitiendo que Calie llorara en su pecho mientras acariciaba su cabello. Theo se acercó a ellos y se recargó en la castaña, abrazándola por la espalda. Calie no necesitaba más; no requería palabras, solo la certeza de que ellos estaban allí para ella, y así fue.

Así pasaron un buen rato, consolando a Calie hasta que ella finalmente se separó del abrazo y los miró agradecida.

— Gracias— dijo mientras se acercaba a ambos dejando un beso en sus frentes.

— Eres la mejor hechicera en este castillo, y en los demás colegios quizá, no dudes de eso— le dijo Draco provocando una sonrisa sincera en ella.

— Vamos, es hora de ver quién pondrá su nombre en el cáliz— les dijo Theo.

Los tres bajaron y se dirigieron al salón donde se encontraba el gran cáliz, esperando a que los postulantes aparecieran.

Los estudiantes que aspiraban a entrar al torneo comenzaron a dejar sus nombres mientras recibían el apoyo de todos con aplausos. Calie se sentía aliviada al no ver a Cedric por ningún lado; quizás eso indicaba un cambio de opinión por su parte. Mantenía una conversación con Theo hasta que un toque en su hombro por parte de Draco la hizo dirigir la mirada hacia la entrada.

Calie se puso de pie al ver entrar a Cedric junto a sus amigos y bajó rápidamente las gradas para plantarse frente a él, impidiendo su avance.

— Cedric ¿estás seguro de esto?— le preguntó Calie visiblemente preocupada, ante eso Cedric sonrió y se acercó a ella poniendo sus manos en sus mejillas.

— Ganaré por ti, tranquila, te tengo a ti para que me ayudes con algunos hechizos— dijo guiñándole un ojo para luego dejar un beso en su mejilla.

— Bien, hazlo— le dijo Calie con una sonrisa forzada.

Cedric se aproximó al cáliz, cruzó la línea de edad que Dumbledore había trazado y depositó su pergamino.

Cuando el cáliz lo aceptó, todos, incluida Calie, aplaudieron emocionados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando el cáliz lo aceptó, todos, incluida Calie, aplaudieron emocionados. Cedric se giró hacia Calie y con entusiasmo la abrazó, revelando a todos la relación que compartían en un gesto público y afectuoso.

Cuando Cedric volvió con sus amigos, Calie hizo lo mismo, Theo la recibió abrazándola por los hombros.
— La gloria eterna ¿interesante no?— preguntó Theo.

— Si hubiéramos tenido un año más, pudimos ser elegidos— dijo Draco mirando el cáliz.

— ¿Qué tonterías dicen? Ese torneo es una estupidez— les dijo Calie.

— A tu novio no le parece una estupidez y además, lo apoyas— le respondió Draco mirándola seriamente.

— En primer lugar, no es mi novio— aclaró— y en segundo, es algo que él quiere hacer, no puedo obligarlo a nada— dijo Calie encogiendo los hombros.

Su debate fue interrumpido cuando vieron al cáliz lanzar lejos a los Gemelos Weasley convirtiéndolos en unos ancianos, Draco, Theo y Calie empezaron a reír fuertemente al ver la pelea que estaban teniendo entre ellos.

— Pero ellos ya pueden entrar ¿no?— preguntó Blaise acercándose a Calie.

— No, falta una semana para que cumplan años, aún no cumplen con la edad— le respondió la castaña aún riendo por el espectáculo de los gemelos.

La risa cesó abruptamente cuando Víctor Krum ingresó repentinamente, acompañado por el director de Durmstrang. Al dejar su pergamino, se volvió hacia Calie, guiñándole un ojo y provocando una risa en ella. Draco le golpeó el hombro, y ella se giró para mirarlo indignada, lo que generó una sonrisa en el rubio.

Cuando ya no llegaron más a dejar su pergamino en el cáliz, todos salieron del salón. Calie se acercó a Cedric y él la recibió con un abrazo, juntos caminaron hacia las mazmorras para dejar a Calie, cuando llegaron a la entrada, antes de despedirse Cedric tomó su mano.

— Calie, yo... quería preguntarte, bueno quiero preguntarte más bien— decía nervioso haciendo que Calie soltara una pequeña risa— ¿Quieres tener una cita conmigo? El sábado, en Hogsmeade.

— Claro, Cedric, me encantaría— respondió Calie sonriendo.

— Excelente, entonces, nos vemos— le dijo Cedric acercándose a ella dejando un corto beso en sus labios.

— Nos vemos— respondió Calie y con eso, Cedric se dio la vuelta para ir a su sala común.

Calie emocionada entró rápidamente a la sala común, se dirigió directamente a su habitación para contarle todo a Pansy, la idea de su primera cita la tenía genuinamente nerviosa.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora