Capítulo 7. ¿Amistad con el Trío?

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Antes del amanecer, Draco y Calie salieron de la Sala de Menesteres, caminando por los corredores silenciosos de Hogwarts. El suave resplandor de las antorchas iluminaba débilmente su camino mientras descendían hacia las profundidades de las mazmorras.

Al llegar a su habitación, no perdieron tiempo y se sumergieron en un baño relajante, dejando que el agua caliente los revitalizara después de una larga noche. Finalmente, estuvieron listos para el desayuno y se reunieron con los chicos en la sala común para irse juntos hacia el Gran Comedor.

— ¿Listo para las audiciones, Zaza?— preguntó Calie mientras esperaba que Draco terminara de servirle sus waffles.

— ¿Para qué tendría que audicionar? Ya estoy en el equipo— respondió Blaise, antes de darle una gran cucharada a su cereal. Draco y Theo soltaron una carcajada, haciendo que Blaise los mirara confundido.
— ¿De qué tanto se ríen ustedes dos?— preguntó.

— Bueno, Malfoy fue quien te acepto en el equipo— dijo Theo, señalando a Draco con la cabeza.

— ¿Y?— replicó Blaise.

— Ah, ya entendí— comentó Pansy sonriendo. Blaise la miró con el ceño fruncido y ella solo se encogió de hombros.

— Ya basta, ¿qué quieren decir?— preguntó Blaise desesperado.

— Hoy entregó mi puesto como capitán, Zabini, yo te acepté en el equipo pero,— explicó Draco, entregándole el desayuno a Calie— ahora debes audicionar para ella...— agregó, dándole un beso en la mejilla a Calie.

Calie sonrió con suficiencia y Blaise abrió la boca muy ofendido. — ¿Me vas a hacer audicionar otra vez, pequeño demonio?— exclamó Blaise, soltando su cuchara.

— ¿Qué pasa, Zaza? ¿Crees que alguien pueda quitarte el puesto?— respondió Calie burlonamente.

— Claro que no, nadie es mejor que yo— replicó Blaise rodando los ojos—. ¿Tú estás listo para la audición, Theo?

— Yo no necesito audicionar, ya tengo el puesto de cazador asegurado, ¿no es así, enana?— dijo compartiendo una mirada cómplice con Calie.

— Es verdad— confirmó la castaña.

Blaise los miró muy molesto y los cuatro no pudieron contener una carcajada. Así se pasaron el resto del desayuno: escuchando las quejas de Blaise por el trato preferencial que Calie le estaba dando a Theo en el equipo.

Al terminar, todos salieron del castillo y se dirigieron al campo de quidditch; el día era frío y lluvioso, lo típico del mes de septiembre en Hogwarts. Una vez que llegaron al campo, se sentaron en las gradas bajo la fría y neblinosa llovizna.

— ¿Crees que lo haré bien?— preguntó Calie en voz baja.

— Claro que sí, preciosa— respondió Draco, pasando un mechón del cabello de Calie por detrás de su oreja. Se giró hacia el campo y se encontró con un montón de alumnos esperándolos—. Empecemos de una vez, creo que esto nos llevará toda la mañana...

Como Draco había pensado, las pruebas duraron toda la mañana. Se había presentado la mitad de la casa de Slytherin: desde alumnos de primer año, hasta algunos de séptimo mucho más altos que el resto y que mostraban una actitud intimidante.

Calie dejó los nervios atrás y se presentó ante todos los alumnos postulantes como la nueva capitana del equipo, hablaba y ordenaba con autoridad, y todos la escuchaban con respeto. Esto solo hizo sentir a Draco un enorme orgullo por ella.

Decidió empezar por una prueba elemental: pidió a los aspirantes a entrar al equipo que se repartieran en grupos y dieran la vuelta al campo montados en sus escobas y ella tomaba el tiempo que les llevaba a cada uno recorrer el campo completo.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora