Capítulo 34. El Cementerio.

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— ¡Auch!— se quejó Calie al sentir como Cedric caía encima de ella cuando todos cayeron abruptamente al suelo.

— Lo siento, lo siento— se disculpó Cedric quitándose de encima de ella.

— Gracias— soltó Calie, tocándose su costado.

— ¿Están bien?— preguntó Harry preocupado llegando a ellos.

Cedric ayudó a Calie a ponerse de pie.
— Estamos bien, ¿y tú?— dijo ella acercándose a Harry para revisar que no estuviera herido, Harry solo asintió en respuesta.

— ¿Dónde estamos?— preguntó Cedric examinando el lugar.

— Ya había estado aquí— respondió Harry en un susurro.

—¿Qué dijiste?— preguntó Calie hacia él con el ceño fruncido.

— Es un traslador, mira Calie— exclamó Cedric, haciendo que ella caminara hacia el—. La copa era un traslador— dijo entre risas.

— En mi sueño, estuve aquí— dijo Harry acercándose a una tumba—

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— En mi sueño, estuve aquí— dijo Harry acercándose a una tumba—. ¡Calie, Cedric! Debemos tocar la copa, ahora— exclamó alarmado.

Ambos caminaron hacia Harry confundidos.
— Harry, ¿de qué hablas?— preguntó Cedric.

Antes de que pudieran decir algo más, Harry comenzó a gritar tocándose la frente mientras caía al suelo.

— ¡Harry!— gritó Calie preocupada, colocándose a la misma altura que Harry.

— ¿Qué tienes? ¿Qué pasa?— exclamó Cedric asustado.

— ¡Váyanse de aquí, Cedric, llévatela y toquen la copa!— gritó Harry con dolor.

Calie negó, pero Cedric la tomó con fuerza para sacarla de allí, cuando intentaron avanzar, un gran caldero que estaba frente a ellos prendió su fuego. Luego, escucharon unas voces que salían de una pequeña casa.

— ¿Quién es y qué es lo que quiere?— gritó Cedric protegiendo a Calie.

Calie pudo reconocer a la persona, era Peter Pettigrew, quien cargaba a lo que parecía ser un bebé.

Peter lanzó un maleficio hacia ellos, pero Calie rápidamente conjuro la misma magia antigua que usó en la prueba con el dragón, pero no duró mucho, Cedric y ella se batieron en un pequeño duelo contra el hombre, tratando de protegerse.

Durante el duelo, Peter lanzó un crucio que alcanzó a Calie, la castaña cayó de rodillas sintiendo el dolor apoderarse de todo su cuerpo. Cedric al darse cuenta, avanzó hacia Pettigrew para atacarlo.

— ¡Mata al intruso de sobra!— ordenó una voz siseante.

Peter dejó de torturar a Calie y se giró hacia Cedric.— ¡Avada Kedabra!— exclamó sin más en dirección al castaño.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora