Capítulo 25. Cita para el Baile.

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Después de que la noticia de un baile se difundiera por el colegio, todos los alumnos estaban ocupados tratando de encontrar a su acompañante para esa noche. Caliope había recibido muchas invitaciones, pero las rechazaba con la esperanza de que Draco la invitara.

En la biblioteca, Calie estaba terminando unos pergaminos de pociones cuando Víctor Krum se acercó a su mesa.

— ¿Ya la invitaste? —preguntó Calie mientras escribía.

— Sí, pero dijo que lo pensaría —respondió Krum, observándola escribir.

— ¿Qué tendría que pensar? —dijo Calie, elevando su mirada hacia Krum.

— No lo sé, ¿crees que deba tener un plan B? —preguntó Krum.

— No, estoy segura de que aceptará; tal vez solo quiere ver si tu interés en ella es real —respondió Calie encogiendo los hombros y volviendo su vista a su tarea.

— ¿Y tú? Has rechazado a todos los chicos que te han invitado —dijo Krum.

— No quiero preocuparme por eso, no necesito pareja —dijo Calie, rodando los ojos.

— Si la necesitas, los campeones abrimos el baile; debes llevar acompañante —replicó Krum, poniendo su mano sobre el pergamino para que Calie lo mirara.

— Bien, conseguiré una pareja. ¿Puedo terminar mi tarea? —dijo Calie, alzando una ceja.

— Hazlo, nos vemos luego, Calie —dijo Krum poniéndose de pie para salir de la biblioteca.

Después de unas horas, Calie logró terminar sus trabajos. Al revisar el reloj, se dio cuenta de que ya era bastante tarde; se apresuró a guardar sus cosas y salió de la biblioteca.

Caminaba rápidamente, absorta en sus pensamientos, hasta que al girar en uno de los pasillos, chocó bruscamente con alguien, haciéndola caer al suelo.

— ¡Merlín! Calie, discúlpame —dijo Cedric, apresurándose a ayudarla a recoger sus cosas.

— Descuida, estoy bien —respondió Calie con seriedad.

— Ven —instó Cedric, extendiéndole su mano para ayudarla a ponerse de pie.

Calie lo pensó por un momento, pero finalmente aceptó la mano de Cedric.

— Gracias —dijo Calie, limpiando su uniforme con gesto distraído.

Cedric soltó un suspiro y, con una expresión cargada de arrepentimiento, dijo:
— Calie, discúlpame. No debí tratarte así. Estoy muy arrepentido. Cuando te vi en la enfermería...

— ¿Estuviste en la enfermería? —interrumpió Calie, elevando su mirada hacia él con sorpresa y expectación.

— Sí, tuve algunos problemas con tus amigos —dijo Cedric, sonriendo mientras pasaba la mano por su cabello.

— Sí lo creo —soltó Calie con una pequeña risa.

— Fue increíble lo que hiciste, no dejas de sorprenderme. Aunque verte lastimada me asustó mucho. Eres la mujer más valiente que he conocido —dijo Cedric, mirándola a los ojos.

— Gracias. Según lo que escuché, tú también estuviste bien, fuiste bastante rápido —respondió Calie.

— Bueno, sí, pero mi dragón era bastante diferente al tuyo. ¿Escuchaste lo del baile? —preguntó Cedric.

— Sí, es una locura, ¿no? —dijo Calie.

— Lo es, sí. ¿Ya tienes pareja? En realidad, me enteré de que has rechazado a muchos —dijo Cedric entre risas.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora