Capítulo 19. El Giratiempo.

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Caliope seguía corriendo hasta que se topó con Harry, paralizado al observar cómo Remus, en su transformación, se preparaba para atacar a Sirius. Después de que Harry notara su presencia y reaccionara, agarró una piedra y la lanzó hacia la bestia, logrando que esta se girara para encararlos. El imponente animal avanzaba velozmente hacia ellos, pero detuvo en seco su avance al escuchar unos aullidos, saliendo disparado en la dirección del llamado.

Observaron con atención al hombre lobo hasta que el sonido de las hojas y arbustos los hizo girar, descubriendo a Sirius corriendo visiblemente herido. En respuesta, los chicos se lanzaron tras él, decididos a brindarle ayuda.

Lo siguieron hasta alcanzarlo en un lago en medio del bosque, encontraron a Sirius en el suelo, y Harry, angustiado, intentaba obtener una respuesta de él.

— ¡Sirius! —gritó Harry, y ambos se aproximaron— No, no ¡Sirius! —balbuceaba mientras giraba el cuerpo del hombre.

Mientras Harry luchaba por obtener una respuesta de Sirius, Caliope notó que algo inusual estaba ocurriendo. Observó cómo el agua empezaba a congelarse, mientras una sensación de frío se apoderaba del entorno.

— Harry... Dementores— soltó Calie casi susurrando— Debemos salir de aquí

Más de 50 dementores se abalanzaron sobre los chicos y Sirius, quien aún permanecía en el suelo. Aunque Harry conjuró un hechizo para repelerlos, funcionó por un momento, pero no fue suficiente para alejar a todos los dementores que los rodeaban.

Caliope también lo intentó, pero sus esfuerzos resultaron en vano. Cada vez más débil, observaba cómo Harry experimentaba la misma desesperación.

Sin opciones, tomó la mano del chico, mirándolo con ojos llenos de miedo y tristeza, hasta que finalmente cayó desmayada. Harry, resignado, apretó su mano, aceptando lo inevitable. Sin embargo, una repentina y fuerte luz los envolvió. A lo lejos, el chico identificó la figura de un ciervo y un lobo, cuya luz logró ahuyentar a los dementores. Cuando la luz se desvaneció, Harry también cayó desmayado.

Caliope abrió los ojos lentamente y se percató de que se encontraban en la enfermería. Se incorporó de golpe y vio a Harry acostado en la camilla frente a ella, conversando con Hermione, quien tenía el pie inmovilizado, al igual que la pierna de Ron.

La chica se levantó para ir con Harry y en eso la puerta de la enfermería se abrió de golpe, era el director de la escuela, Dumbledore.
— Director tiene que evitarlo— gritó Hermione mientras giraba en la camilla— es el hombre equivocado.

— Es cierto, Sirius es inocente— la apoyo Harry

— Scabbers lo hizo.— gritó Ron — ¿Scabbers?— preguntó Dumbledore

— Es mi rata, señor, no es una rata, bueno era una rata— decía rápidamente el pelirrojo a lo que Caliope lo interrumpió— Es la verdad señor— dijo la castaña caminando hacia el hombre— tiene que creernos.

— Les creo señorita... Avery— respondió Dumbledore— Pero lamento reconocer que lo que dicen unos estudiantes no convencerá a muchos. La voz de un niño aunque sea honesta, no tiene valor para quienes olvidaron escuchar.

El sonido de las campanas sonar hizo que Dumbledore los mirara fijamente y comenzara a hablar de nuevo.

—El tiempo. Cosa misteriosa, poderosa y cuando lo desafías, peligrosa.— El trío se observaba entre ellos confundidos, a excepción de Caliope quien ya había comprendido lo que decía el hombre— Sirius Black está en la celda más alta de la torre oscura. Conocen las reglas. No deben ser vistos, y si les va bien, regresarán antes de la última campanada. Si no, las consecuencias serán de verdad, espantosas. Si tienen éxito, más de un inocente se salvará.

Dumbledore giró su vista hacia Caliope, al saber que ella había comprendido todo, con su mano derecha levantó tres dedos y guiñó el ojo, la castaña asintió con la cabeza, con eso el director fue hacia la salida.
—Suerte— dijo Dumbledore cerrando las puertas de la enfermería

—¿Qué demonios es de lo que están hablando?— preguntó Ron confundido.

La castaña dirigió su mirada a Hermione y se acercó a ella.
— Entrégame el giratiempo— le dijo en voz baja a lo que la chica abrió los ojos sorprendida— Vamos, creías que no lo notaría ¿verdad?

Hermione resignada, sacó de su cuello el giratiempo y se lo entregó.
— Ustedes no pueden venir, están heridos— les dijo Caliope a los dos vendados.

La castaña se acercó a un confundido Harry y le puso la cadena en su cuello, alzó el giratiempo, el chico intentó tocarlo pero un manotazo de Calie hizo que bajara la mano.

Cuando la chica indicó las tres vueltas, Harry observaba desconcertado como su alrededor se movía y cambiaba hasta que se hizo de día de nuevo

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Cuando la chica indicó las tres vueltas, Harry observaba desconcertado como su alrededor se movía y cambiaba hasta que se hizo de día de nuevo. Cuando terminó, Caliope se acercó a él y le quitó del cuello la cadena que los unía.
—¿Qué pasó?— preguntó Harry— ¿Y Ron?

— Son las 7:30— dijo Calie— ¿Dónde estábamos a las 7:30?

— No sé ¿con Hagrid?— soltó Harry y la castaña lo tomó del brazo

— Ven, no nos deben ver.
Sin decir más, ambos salieron corriendo en dirección a la cabaña de Hagrid.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora