Capítulo 37. Fin del Cuarto Año.

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Al día siguiente por la tarde, Calie dormía en la habitación de los chicos junto a Draco, no había podido dormir bien desde la última prueba y su cuerpo lo estaba resintiendo.

La puerta se abrió, al escuchar, Draco quien estaba durmiendo boca arriba, abrió los ojos y levantó su mirada para ver de quién se trataba; era Theo.

Calie estaba demasiado cansada como para escuchar a su mejor amigo caminar por la habitación.

— ¿Cuánto tiempo lleva dormida?— preguntó Theo mirándola.

— No mucho, volvió a tener ese ataque de ansiedad, esto es una pesadilla— suspiró— no lo merece— respondió Draco, acariciando la mejilla de Calie.

— Malfoy— llamó Theo— Se que no es el momento, pero, ¿qué haremos cuando lo sepa?

— No tiene que saberlo... no ahora, debemos protegerla— dijo Draco poniéndose de pie, cuidando de no despertarla—. Le diré que pase las vacaciones en mi casa.

— No es buena idea, sabes que nuestros padres estuvieron ahí— suspiró— Debió pasarla bastante mal como para no notar a tu padre en ese lugar, Malfoy, lo mejor es lograr localizar a Lupin— dijo Theo en voz baja.

— ¿Cómo cuidaría de ella? Ella estaría cuidándolo a él, no es lo que quiero para ella, Nott— soltó Draco entre dientes, girando su vista hacia la castaña para asegurarse de que no escuchara nada—. No permitiré que le vuelvan a hacer daño, si alguien vuelve a ponerle una mano encima, lo mataré yo mismo.

— Pues debemos pensar en algo, en dos días nos vamos de aquí, hoy se van los colegios, no quiero alejarme de ella, no podría sabiendo que está sufriendo— dijo Theo, mirándolo severamente.

Antes de que Draco pudiera responder, llamaron a la puerta, él fue directamente para abrirla y averiguar de quién se trataba.

— ¿P-Profesor?— dijo Malfoy, nervioso al ver a Snape enfrente de él.

— Sé que la señorita Avery se encuentra aquí... Hablaremos de ese tema, después—. Dijo alzando una ceja hacia el rubio—. Necesito que la lleven al gran salón... su padre, la está esperando.

— ¿No puede venir el señor Lupin para acá? Calie no se encuentra muy bien y...— decía Theo llegando detrás de Draco, antes de ser interrumpido por su jefe de casa.

— Ahora... y les recuerdo que la ceremonia de fin de curso está por comenzar, los quiero a todos presentes— dijo Snape, para darse la vuelta dejando a ambos chicos mirándose entre ellos.

Draco se giró para volver hacia la castaña, la miró con un poco de lástima por tener que despertarla, se inclinó hacia ella tomando su mano para besarla y luego acariciar su mejilla.

— Calie...— la llamó, ella solo se movió un poco, ignorándolo—. Calie, está aquí, tu padre...

Ella abrió los ojos de golpe y rápidamente se puso de pie.
— ¿Mi padre? ¿Dónde?— preguntó, nerviosa.

— Hey, hey, tranquila, ven, vamos— dijo Draco tomándola de la mano.

— Iremos al gran salón, nosotros tenemos que ir a la ceremonia, pero en cuanto podamos, iremos contigo— dijo Theo acercándose a ella, peinándola un poco con la mano.

— Está bien— respondió Calie con una pequeña sonrisa.

Los tres caminaron tomados de las manos hacia el gran salón, por los pasillos, todos la miraban, algunos con lastima y otros murmuraban al verla caminar con ambos chicos de esa forma, Draco y Theo les lanzaban miradas amenazadoras a todos los que se quedaban mirando.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora