Capítulo 3. El Traslador.

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Al día siguiente, en plena madrugada, Caliope fue despertada por Hermione, quien le indicó que ya debía levantarse para prepararse. La castaña obedeció casi de mala gana, sintiendo la pesadez de la hora, pero tras tomar un baño y vestirse, la emoción por el viaje logró hacerla olvidar lo temprano que era.

Mientras terminaba de hacer su mochila, oyó unos quejidos provenientes de la habitación contigua. Rápidamente, tomó una de las velas que iluminaban la habitación y salió al pasillo. Al abrir la puerta, se encontró con Harry retorciéndose incómodamente en la cama mientras se quejaba. Calie se acercó y lo movió suavemente, tratando de despertarlo en medio de una escena que sugería una preocupante incomodidad.

— ¡Harry! ¡Harry, despierta! —exclamaba la castaña.

Harry abrió de golpe los ojos y se sentó rápidamente en la cama, girándose para tomar sus lentes. Al ponérselos, miró a Calie, quien lo observaba con preocupación.

— ¿Calie? Tuve una pesadilla —dijo Harry.

— Me di cuenta. ¿Qué estabas soñan...? —iba a preguntar Caliope, pero la voz de Hermione entrando a la habitación la interrumpió.

— Ya levántense —ordenó a ambos chicos y se giró hacia Ron—. Despierta, Ronald, despierta —insistía.

— ¿Qué hacen aquí? —preguntó Ron asustado, cubriendo su torso con una sábana.

— Ay, rápido, vístanse y no se vuelvan a dormir —dijo Hermione—. Levántate, Ron, tu madre dice que el desayuno estará listo pronto.

Ron la ignoró y volvió a acostarse, provocando una risa de Calie. Luego, ella se giró para ver a Harry, quien ya se estaba poniendo de pie.

— ¿Estás bien? —preguntó Calie, mirándolo a los ojos.

— Sí, tranquila. Solo fue un mal sueño —contestó Harry, restándole importancia.

— Bien, te veo abajo. No tarden —dijo Caliope antes de salir de la habitación en busca de su mochila y dirigirse al desayuno. La mañana prometía nuevas aventuras y ella no quería perderse ni un instante.

Luego de esperar a Ron y Harry para desayunar, todos los chicos tomaron sus cosas y los siete salieron de la madriguera siguiendo al señor Weasley hacia el bosque. Durante la caminata platicaban entre ellos, hasta que Ron quien iba hasta atrás con Harry gritó:

— ¡Oye papá! ¿A dónde vamos?— gritó haciendo que todos giraran a verlos

— No tengo idea— contestó Arthur, esto hizo que la castaña se preocupara un poco— No se separen.— ordenó.

Caliope avanzó y se unió a los gemelos, quienes la recibieron colocando sus brazos sobre los hombros de la chica. Pasaron el resto del camino soltando bromas y asustando a Ron con pequeñas ramas, lanzándolas como si fueran insectos.

Harry se acercó a Calie, riendo ante el grito que soltó Ron debido a la broma. Juntos continuaron avanzando mientras el pelirrojo se quejaba detrás de ellos. La risa y las travesuras creaban un ambiente ligero y animado, marcando el inicio de un día lleno de diversión y complicidad entre amigos.

 La risa y las travesuras creaban un ambiente ligero y animado, marcando el inicio de un día lleno de diversión y complicidad entre amigos

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𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora