Capítulo 16. Baño de Prefectos🔞.

2K 118 41
                                    

Calie sintió que el mundo se le vino abajo al ver a Draco sentado en el suelo sollozando, luchando por respirar. Rápidamente fue hacia el y se tumbó de rodillas para tomarlo del rostro.

— Draco...— lo volvió a llamar. El rubio la miraba a los ojos, pero no respondía. El sudor que caía de su frente se combinaba con las lágrimas que sus ojos azules soltaban con desesperación— Draco, escúchame, soy yo mi amor, necesito que te acuestes conmigo, ven...

Sin quitarle la mirada, lo tomó de ambas manos y lo empujó con suavidad hacia atrás. Cuando la espalda de Draco tocó el suelo volvió a hablarle:
— Mírame... estoy aquí, respira conmigo, ¿si?— pidió con tranquilidad aunque por dentro se moría de miedo y angustia al verlo así.

— No te vayas... por favor... no me dejes solo— fue lo que pudo decir Draco con dificultad, pues su voz apenas fue audible.

Al escucharlo, Calie explotó en lágrimas y negó con la cabeza mientras colocaba ambas manos en su rostro.
— No lo haré, te lo prometo, no me voy a ir...— sollozó y ágilmente se colocó detrás de su cabeza y pasó sus manos por debajo de sus hombros para alzarlo un poco. Lo dejó recostado entre sus piernas y empezó a acariciar desde su cabello hasta sus hombros—. Nunca estarás solo, no importa lo que pase, lo que tengas que hacer... yo estaré contigo, siempre... te amo, te amo con toda mi alma...

Mientras hablaba, la castaña había dejado sus manos sobre el pecho de Draco e inconscientemente estaba canalizado su magia en el, disipando lentamente su ansiedad y pánico.

— Te prometo que estaremos bien, todo esto acabará pronto... y cuando menos lo esperes, estaremos juntos en nuestro hogar... y tendremos hermosos hijos... que te amarán tanto como yo te amo... nos espera toda una vida... no podemos rendirnos, no ahora...

Poco a poco, sentía como la respiración de Draco se regulaba y estiró uno de sus brazos para alcanzar la camiseta que se había quitado. Suavemente empezó a limpiar/secar el sudor de su rostro, bajando lentamente hasta llegar nuevamente a su pecho.

Draco cerró sus ojos un par de minutos, en ese mismo instante, Calie apartó su mirada de sus ojos y empezó a analizar su cuerpo para encontrarse con algo que la hizo abrazarlo y besar repetidamente todo su rostro mientras lloraba en silencio.

La marca tenebrosa en el antebrazo de Draco ahora estaba cubierta por múltiples lesiones que sangraban levemente.

— Perdóname, perdóname por favor...— pidió Calie con voz entrecortada, dejando caer su frente sobre su cabeza.

— Yo soy quien debería pedir perdón..— respondió Draco, tomándola de las manos.

Ambos habían sido egoístas a su manera.

Ambos se habían alejado.

— Te necesito— susurró.

— Y yo a ti...— dijo Draco levantando su espalda para girarse hacia ella y mirarla—. Mucho más de lo que tú puedas necesitarme a mí...

La respiración de la castaña se hizo más intensa al tener de nuevo esos ojos azules sobre ella.
— Dime cuánto...— soltó con suavidad.

¿El silencio es un vacío? No, no está vacío nunca. Y a veces, la mejor manera de comunicarse es callando... El silencio también tiene respuestas...

Draco no respondió. Atrapó su rostro en sus manos, y se inclinó hacia ella para atrapar sus labios. Calie subió sus manos para acariciar su cuello. Y se besaron.

De una manera desesperada y pasional.

Las manos frías de Draco fueron a su espalda y la acercó más hacia él, dejándola sentarse en sus piernas.

𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora