— ¿Dónde está?— preguntó Theo.
— Afuera con Granger— respondió Draco, señalando con la cabeza hacia la entrada de la tienda.
Hermione y Calie estaban sentadas una junto a la otra desde hace aproximadamente unas dos horas. Luego de que todos durmieron, pasaron todo el día poniéndose al corriente de lo que sabían sobre Voldemort y los Horrocruxes. Fue así como Calie se dio cuenta de que Hermione también tenía el mismo símbolo grabado en su libro de cuentos infantiles y decidió que debía hablar con ella para comentarle lo que ella sabía sobre eso.
— ¿Qué vamos a hacer?— preguntó Theo, en casi un susurro—. Es decir, ¿nos quedaremos o qué?
Draco soltó un fuerte suspiro y volvió a mirar en dirección de su prometida. La castaña hablaba muy animadamente con Hermione e incluso ambas soltaban unas risitas. Supuso que ya no estaban hablando sobre Voldemort o los Horrocruxes, sino más bien, tenían una conversación cualquiera, como dos chicas normales.
— No podemos dejar la mansión— respondió Draco—. Pero, creo que se puede resolver.
— ¿Qué plan tienes?— dijo Theo, curioso.
— Volveremos a la mansión unas cuantas veces, solo para ver cómo está todo por allá— empezó a explicar—. Le comentaré a mi madre que Calie está muy enferma y no puede salir de la habitación por órdenes mías, y que claramente, solo es ella quien puede entrar a verla.
— Bien, ¿qué hay de las brigadas?— inquirió Theo—. Podemos comentarles que hay rumores sobre el paradero de Potter.
— Sí— Draco asintió—. Los mantendremos lo más alejados posible de nosotros, y por los carroñeros no hay que preocuparse, no valen la pena.
— Supongo que sí Weasley pudo con ellos, entonces tienes razón— comentó Theo, burlón en voz alta.
Ron, quien estaba sentado a un lado de Harry giro hacia ellos y entrecerró los ojos. Draco y Theo soltaron una carcajada y se levantaron de su lugar. Caminaron hacia ellos y se sentaron alrededor de la pequeña llama que tenían encerrada en un frasco de vidrio.
— Hablando de eso, necesitas una varita, Harry— señalo Ron y se inclinó hacia su mochila, de donde sacó una varita—. Mira esta, es de Endrino— se la entregó a Harry.
— Nada especial— comentó Draco.
— Pero funciona— agregó Theo.
— Se la quité a un carroñero— explicó Ron—. Era medio Troll por su olor.
— Te lo dije, si Weasley pudo salir ileso, no tenemos problema con los carroñeros— le dijo Theo a Draco, quien asintió con una sonrisa burlona.
— ¡Engorgio!— recito Harry, apuntando con la varita hacia la llama en el frasco. De pronto, la flama creció tanto que casi llego al techo. Los cuatro chicos dieron un salto hacia atrás mientras la luz iluminaba todo el interior de la tienda.
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𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)
FanfictionCaliope Avery, una brillante estudiante de Durmstrang, ve su mundo transformado al ingresar a Hogwarts. Su vida da un giro cuando tiene su primer encuentro con Harry Potter. Entre secretos familiares ocultos, peligros y misterios revelados, Caliope...