𝓔𝓼𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪 (𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲)

Capítulo 27. Yule Ball pt.2🔞

Cuando las canciones lentas llegaron, Harry y Calie aún seguían en la pista bailando, hablaban animadamente entre ellos. Draco, quien también seguía bailando con Astoria, los miraba molesto.

— Ha sido el mejor baile de Navidad, Calie. La he pasado muy bien contigo —dijo Harry, mirándola a los ojos.

— Lo mismo digo, Harry —respondió la castaña con una sonrisa.

En ese momento, la mirada de Harry fue hacia los labios de Calie. Ella notó que se estaba acercando, pasó saliva y fingiendo haber escuchado algo, giró su cabeza hacia la salida.

Harry frunció el ceño confundido e hizo lo mismo, y ambos miraron cómo Ron salía del lugar junto a Hermione. Se podía notar que iban discutiendo. La atmósfera se llenó de un matiz de emociones, dejando a Harry y Calie en un momento de reflexión inesperada.

El de lentes se despidió de Calie con un beso en su mejilla y se fue detrás de sus amigos. Calie soltó un suspiro y caminó hacia las bebidas para servirse algo. Draco, que no dejaba de mirarla, notó que ya estaba sola y empezó a buscar una excusa para alejarse de Astoria.

Calie, luego de servirse un vaso, caminó a la salida del gran salón y avanzó hasta la torre de astronomía para observar el cielo nocturno. Cuando llegó, se recargó en el barandal y miraba hacia las estrellas mientras jugaba con el vaso en sus manos. En un momento de vulnerabilidad, unas lágrimas salieron de sus ojos. Se culpaba por pensar en Draco toda la noche, incluso cuando la había pasado bien con Harry.

Luego de unos minutos, escuchó a alguien acercarse. No se molestó en girarse para ver de quién se trataba, pero cuando un olor característico llegó a su nariz, todo se aclaró para ella: era Draco.

Él se acercó al barandal y se recargó junto a ella. La escena en la torre de astronomía se llenó de una atmósfera cargada de tensión, dejando a Calie y Draco en un momento de conexión silenciosa bajo el cielo estrellado.

— ¿No deberías estar con tu cita?— dijo Calie fríamente, aún con su mirada en el cielo.

— Supongo, pero estoy aquí— dijo Draco encogiendo los hombros.

— Vaya, me haces sentir especial— replicó Calie con sarcasmo.

Draco ante eso, rodo los ojos y se giró hacia ella. — ¿Cuál es tu problema? ¿No quieres que esté contigo?— preguntó molesto.

Calie se giró hacia él con una mirada severa.— Tú eres mi problema, ¿qué es lo que quieres de mí?— dijo con la voz cortada.

— ¿De qué estás hablando? Tu decidiste venir con san Potter, te veías bastante feliz con el— reprochó Draco, apretando el barandal.

— Como tú lo estabas con Astoria, no sé porque te sientes en el derecho de reprocharme algo así— dijo Calie molesta, girándose hacia el.

— ¡Entre tantas personas lo elegiste a él!— exclamó soltando bruscamente su agarre del barandal para quedar frente a ella.

— ¡Y yo te elegí a ti!— gritó Calie empujándolo, dejando salir sus lágrimas—. Espere por ti...

— ¿Qué?— soltó Draco incrédulo, reincorporándose.

— Rechacé a todos por ti, Draco... ¿Acaso soy invisible para ti? ¿O a qué diablos estás jugando? — dijo Calie entre lágrimas.

— Calie, no, no lo eres— dijo acercándose a ella.

— ¿La amas?— preguntó de pronto, buscando en sus ojos azules la respuesta—. Sé sincero conmigo, como yo lo he sido contigo.

— Claro que no la amo, ¿de qué hablas?— respondió con el ceño fruncido.