Capitulo 206

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Narra Gaby

Un par de días después llega a casa agotada.

+ Hola bonita.

La saludo con la intención de darle un beso que cae en su mejilla. Se ríe la capulla.

- Estoy súper cansada.

Se queja.

+ Normal, son casi las 10.

- Ya, siento las horas, se me ha ido el tiempo.

No puedo recriminarle nada, es su trabajo y a veces es lo que toca. Las chicas se fueron a dormir entre lágrimas por no tener su beso de las buenas noches, pero creo que no es necesario mencionarlo.

- ¿Has cenado?

+ No, te estábamos esperando.

Me refiero a la mayor de mis hijas.

+ Ahora caliento esto.

- Subo a cambiarme, veo a las pequeñas y le doy una voz a Alba.

+ Vale.

No tarda demasiado en volver a entrar en la cocina con un chándal y mi camiseta de manga larga que se apropió desde que nos mudamos a vivir juntos. Alba entra tras ella en unas pintas que no distan demasiado de las de Malú.

+ A ver si os vais a dormir mientras cenamos.

- No, no.

Niega graciosa.

- Primero se llena la tripa y luego directitos a la cama.

A: Ya, si estás cansada agradece haberte perdido las rabietas de las enanas.

Fulmino a Alba con la mirada, y creo que Malú ha sido capaz de percibir el gesto.

- ¿Qué ha pasado?

+ Estaban muy cansadas.

Quito hierro al asunto.

+ Estuve viendo lo del viaje.

- ¿Qué ha pasado, Alba?

A: ¿Qué viaje?

- De momento, ningún viaje. ¿Qué pasó con las nenas?

Ese puto silencio incómodo se hace presente. Alba ha entendido que la ha liado y yo no quiero que Malú se sienta culpable por no estar en casa a la hora de dormir a las niñas.

- ¿Qué pasó con las nenas?

Vuelve a preguntar seria.

+ Nada, que te echaban un poquito en falta.

- ¿Alba?

A: Te juro que es eso.

- ¿Han llorado mucho?

A: Un poquito.

+ No

Respondemos al mismo tiempo y percibo la culpa de mi chica.

- Mis niñas.

Las perras no tardan en aparecer, provocando las carcajadas de los tres.

- Mis otras niñas, decía yo.

Ríe acariciandolas.

- ¿Qué pasa? ¿vosotras también echáis de menos a mamá?

Les hace carantoñas.

- ¡Que no Danka! ¡que no me comas ahora la boca, coño! ¡que estoy cenando!

Regaña dulcemente a su fiel compañera.

A: ¿Vais a decirme de que viaje hablabais?

Malú y yo nos miramos cómplices.

+ Nos vamos a pasar el año nuevo a Nueva York.

A: ¿En serio?

Pregunta alucinada. Sé que le apetece muchísimo conocer la ciudad de los rascacielos.

+ Eso si la jefa me permite hablarle ahora del tema.

Me río por la actitud que ha tomado al preguntar por las pequeñajas.

- Sí, la jefa te permite, pero no tardes.

Se hace la chula.

+ Pues nada, Estuve mirando fechas, hoteles y eso, luego te lo enseño que he dejado el iPad en la habitación.

A: ¿Me estáis vacilando? ¿Vamos a pasar el año nuevo en un hotel lujoso en Nueva York?

+ Yo nunca dije que el hotel sería lujoso.

- Sí, corazón. Vamos a pasar el año nuevo en algún hotel lujoso allí.

Ríe guiñándome un ojo, la cabronceta siempre se une a mi hija.

A: ¡Ay, que ilusión!

Exclama.

A: Os dejo solos, así preparáis el viaje perfecto.

Dice levantándose para llevar su plato al fregadero.

A: Malú, confío en ti.

Ríe saliendo de la cocina.

+ Así que a un hotel lujoso...

Arqueo una ceja. He estado mirando los mejores hoteles de la ciudad, pero ellas no lo saben.

- No pretenderás llevar a la reina del pop español a un hotel cutre.

Dice muy graciosa con aires de diva. Por suerte podemos permitirnos algunos lujos, sin embargo es de las personas más humildes que conozco.

+ Si la reina del pop necesita moverse por sitios pijos tendrá que pagar por ello.

- Vale, podré permitírmelo.

+ El dinero yo también puedo permitírmelo. No dije que tendrías que pagar con euros.

- ¿Propones comprar mis besos con un buen hotel?

Me acerco a su boca sin rozarla.

+ Sí. Lo pretendo.

- Te los vendo por la historia.

Susurra sin romper la distancia.

+ Te recuerdo que viajamos con dos niñas pequeñas por lo que estaremos los cinco en la misma habitación, igual será mejor que te haga ahora lo que estás deseando que pase allí.

Un escalofrío la recorre de pies a cabeza.

- Te odio.

Se aleja rápidamente de mi. Conseguiré robarle un beso, me esta torturando.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora