Capitulo 288

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Narra Malú

Hecha una bola me dejo hacer entre los brazos de mi chico. Nuestras hijas ya duermen y el no deja de dejar caricias por mi pelo y susurrarme cosas bonitas para que yo pueda hacerlo tranquila.

Inevitablemente horribles imágenes de lo vivido esta tarde atormentan mi cabeza, robándome la calma que el tanto se empeña en poder darme.

- Quiero que nos vayamos lejos.

Le pido en un suave susurro.

- Los cinco.

Asiente con esa mirada que solo me dice que hará lo que sea para liberarme del desasosiego que me invade.

+ ¿A dónde quieres ir?

Me encojo de hombros, no estoy segura. Alguna playa en el caribe sería estupendo, pero debo ser realista, este fin de semana tengo concierto, Gaby no puede pedirse demasiados días, ni Alba faltar a clases por mucho tiempo. Las más pequeñas no son un problema.

- Algeciras.

+ Vale, mañana voy a pedirme estos días.

Ya habíamos acordado que vendrían todos conmigo a Mérida.

- Gracias.

Me pierdo en sus ojos.

+ Descansa, anda.

- No puedo dormir.

Me quejo. Todo el rato vuelvo a ver a aquella loca apuntándonos con un arma, y el miedo vuelve a apoderarse de mi.

+ Yo estoy aquí para cuidarte.

Me promete dulcemente.

+ Y si no quieres que deje de abrazarte, no lo haré en toda la noche.

Acepto poco convencida y justo cuando me estoy acomodando en su pecho unos suaves toques en nuestra puerta son seguidos por Alba que se asoma tímidamente.

A: Tengo pesadillas.

Dice con un nudo en la garganta. Como para no tenerlas.

+ Ven aquí.

Da unos golpecitos en la cama.

+ ¿Quieres un vaso de leche?

A: No.

Sus ojitos vuelven a empaparse. Ambas hemos llorado mucho hoy.

A: ¿Puedo dormir con vosotros?

Pregunta cortada.

+ Por supuesto.

Gaby me mira confirmando que su respuesta ha sido acertada. Claro que lo es, pero adoro la sensibilidad de mi chico. Me apego bien a él y hago sitio para Alba a mi lado.

+ Despertadme con lo que sea.

Nos mira a ambas.

A: Os quiero mucho.

Promete dejando un beso en la mejilla de su padre y acomodándose a mi lado. Las caricias del hombre que hace más de un año se adueñó de mi corazón empiezan a surgir efecto y poco a poco voy conciliando el sueño, no sin asegurarme de que mi pequeña más mayor lo haya hecho antes que yo.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora