Capitulo 258

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Narra Gaby

Ya es domingo, ¡por fin! Todos hemos echado de menos a Malú. Ayer Córdoba se rindió a sus pies y las redes ardían, me hubiese gustado poder estar con ella, estoy súper orgulloso de mi chica.

Sobre las seis volvemos a casa. Hemos comido donde mis padres, ella también está de camino, no debe faltarle demasiado.

+ ¿Puedo pasar?

Pregunto dando suaves golpes en la puerta entornada de la habitación de Alba.

A: Sí.

+ ¿Qué pasa?

Me voy sin tapujos.

+ Has estado rara todo el finde.

Se encoge de hombros.

+ ¿Echas de menos a Ivan?

A: Mucho.

+ ¿Y que más?

A: Prefería cuando mamá estaba de baja.

Admite avergonzada.

A: Ya se que soy una egoísta, y que a ella le encanta estar de gira... y no merece que yo diga esto...

Se quiebra su voz.

A: Pero ya no está nunca en casa.

Se queja dolida, dejando caer dos lagrimas por sus mejillas que limpia inmediatamente.

+ Para ella también está siendo difícil y hace todo lo que está en sus manos para poder llegar pronto y pasar tiempo con nosotros.

A: Ya, si yo sé...

Vuelve a limpiar su cara.

A: Es que la necesito.

Asegura lanzándose a mis brazos para llorar, como cuando era una niña pequeña.

+ Cielo, no quiero que te tengas una sensación de culpa por lo que sientes, creo mamá se hace totalmente necesaria para todos y es normal que se te haga difícil tenerla menos por casa.

La valido.

+ Solo que tienes que aprender a aprovechar bien el tiempo cuando ella si está aquí, es menos que antes, pero se está organizando para poder compaginar todo de la mejor forma posible.

Narra Malú

Llego a casa y soy recibida por las más pequeñas que corren a abrasarme y nuestras mascotas que demuestran cuánto han sentido mi ausencia. Lleno de besos y caricias a todos, aunque me sorprendo al no tener a Gaby recibiéndome. Alba tampoco está aquí.

Después de mimarles por algunos minutos, subo en su búsqueda.

- Hola.

Saludo tímida sin entrar a la habitación de la mayor de nuestras hijas, están allí, les he escuchado hablar.

+ Hola cariño.

Se levanta para darme un beso en condiciones.

- ¿Qué pasa?

Pregunto al ver los ojos hinchados de Alba y notar como lleva un rato llorando.

+ Que te queremos mucho.

Me promete.

+ Y te echamos de menos.

Vuelve a besarme.

+ Os dejo solitas.

Acaricia mi mejilla y guiña un ojo a la chica. La miro enternecida.

Se abraza a mi como tabla de salvación y llora agitada.

- Alba.

La alejo para poder mirarla a los ojos, preocupada, suspira, como llenándose de valor y me dice en un tímido susurro:

A: Estoy embarazada.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora