Capitulo 333

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Narra Gaby

+ ¿Qué ronda por esta cabecita?

Pregunto ya en la cama, la tengo apoyada en mi pecho y acaricio su pelo con delicadeza.

Se encoge de hombros silenciosa. Con su dedo hace dibujos sin sentido en mi torso y después de largos minutos se dispone a hablar.

- Cami me recuerda mucho a mi cuando era una niña.

No es la primera vez que me lo dice. Lucia es un trasto y entiendo que ella también lo era, pero en todo lo demás, Camila se parece mucho en personalidad a mi chica. Malú lo dice de niña, yo creo que también se parecen a día de hoy.

- A mi tampoco me gustaba que papá se fuera de gira.

Ahora da el argumento que reafirma sus palabras. Por algo ha elegido este momento para volver a hablar del tema.

- Me sentía abandonada...

Me cuenta dolida.

- Era distinto, el se iba por más tiempo, pero que se marchase me hacía sentir que nosotros no éramos lo más importante para él.

Recuerda triste.

- Y cuando se fue con otra y formó su otra familia me lo confirmó.

Desde la operación de mi suegro las cosas entre ellos fluyen mejor, hablan bastante y apostaría a que ambos pretenden estrechar una relación... una relación que hace muchísimos años no ha existido. Soy el primero en festejar este intento que hacen, porque mi chica necesita a su padre, es una herida que aunque Malú se empeña por ocultar, sigue sangrando.

- Yo era todavía muy pequeña, y no sabía que hacer para que papá me quisiera más... creía que dependía de mí...

+ Cariño, puede que Pepe haya hecho muchas cosas mal, pero te adora, y se le nota.

- No quiero que Cami se sienta como yo.

Hace caso omiso a mis palabras.

- No quiero que se sienta abandonada como yo lo hacía... ni que crea que hay algo más importante para mí que vosotros.

Se aparta de mi pecho para vernos de frente.

- No quiero que le coja manía a los conciertos, ni que odie mi trabajo.

Me confiesa consternada.

- Y no sé como hacer para que eso no ocurra.

Cierra los ojos dejando caer una lágrima que hace un recorrido lento por su mejilla hasta que se estrella contra el vacío.

- Estoy repitiendo la historia que siempre me juré no permitirme.

Otra lágrima. Esta vez, su mano la intercepta.

- He soñado toda mi vida con ser mamá, y ahora me veo cometiendo el mismo error que me costó la relación con mi padre...

Se culpa.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora