Capitulo 310

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Narra Malú

Tras el último cambio de vestuario, vuelvo a aparecer en el escenario. Doy unos pasos lentos que me acercan a mi director musical. Me siento junto a Rubén que toca el piano y dejo que mi voz rota exprese mis sentimientos.

- Oye te echo de menos... No sabes cuánta gente preguntan inocentes por ti.

Mis propias palabras hacen que me hunda.

- Oye sé que estás escuchando...

En realidad no lo hace, nuestros corazones se han apartado tanto últimamente, que ni mis gritos puede oír.

- Aun lo sigo intentando, me busco en el desastre que fui...

Canto dejando que mi corazón se vacíe.

- Cuántas veces me pregunto cuál hubiera sido el rumbo, cuál sería la ciudad. Que me veo hablando sola y aun así quiero excusarme y me cuesta más creerme toda la verdad.

El dolor pisa cada vez más fuerte.

- No sé encajar que ningún tren traiga tu abrazo.

No sé esperar en el andén de este desorden.

Puedo saber, puedo entender y reencontrarme,

pero tu boca está en la piel de cualquier nombre.

Sigo sintiendo el fuerte impulso de llamarte, sigo temblando, como quien hace y deshace, el amar y el desarmarse...

Limpio algunas lágrimas que no he podido retener, jamás creí que cantaría esta canción tan desgarradora pensando en él, y aquí me encuentro, sorprendiéndome a mi misma con esta amarga realidad.

- Oye, ¿cómo te encuentras? Yo siéndote sincera no he podido siquiera quitar las fotos.

Siento un cuchillo en el pecho al pensar que podríamos llegar a ello.

- Oye, es que después de tanto, de ser abrigo y frío, de habernos aprendido a amar... Me has sabido a tantos sueños, te he besado tantos miedos...

Creo que estas últimas palabras son las que mejor podrían describir nuestra relación. Vuelvo a romperme.

Hemos vivido tanto que no me creo que lo nuestro se acabará por una absurda discusión. Llegue a albergar la ilusión de estar juntos para siempre.

Ambos hemos errado, pero nos amamos. ¿No es acaso eso lo único que importa? ¿O es que ya no me quiere como antes? ¿Por qué no lucha por mi? ¿Por que no pelea por lo nuestro?

Yo ya le he rogado que me perdone... igual ya se cansó de nosotros.

Mientras vuelvo al estribillo, mis lágrimas escapan como torrentes. El dolor que siento es inmenso.

Acabo la canción, y siento un beso protector de Rubén en mi sien.

R: Ánimo jefa, sin derrumbarse.

Me pide compasivo, bien bajito, así nadie nos escucha.

R: Yo mismo voy a matarle, pero ahora a darlo todo.

Suplica. Sin saber nada de lo que me pasa. Supongo que nadie más puede hacerme llorar así, y nuestro amigo lo sabe.

- No hagas nada.

Sonrío amargamente, restándole importancia. Lleno mis pulmones de oxígeno y sigo adelante con ángel caído.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora