Solo el amor nos salvará (Segunda parte)

Capitulo 224

Después de comer vuelvo al hotel con las más pequeñitas. Lucia está inaguantable, necesita echarse una siesta y aunque hemos traído su carrito, tiene demasiadas distracciones como para poder dormirse en él.

Alba ha insistido en ir a patinar con Gaby, por lo que he traído a Cami también conmigo, ya veremos como divertirnos sin hacer demasiado ruido.

- ¿Quieres dormir un ratito también?

Niega.

~ Quiero jugar con mi muñeca.

Coge su nueva adquisición. La muñeca no es muy diferente a otras, pero a esta le ha elegido tenidas y accesorios como algunas mascotas o silla de comer, todo a juego.

Aprovecho el tiempo para cotillear un rato las redes y le escribo a Sol. Suelen llegarle a ella las fotos que me hacen para ofrecerle que las compre. Le cuento sobre la mujer que ha llamado la atención de Alba y le pido que si recibe algo no tarde en enviármelo.

~ Mira mami.

La pequeñita me enseña las dos coletas que le ha hecho a su muñeca.

- Pero mira que guapa la has dejado.

~ Ahora a ti, ¿puedo?

Me mira con esa carita de ángel que es imposible negarle nada.

- Vale.

~ Y también maquillarte.

Me río.

- Está bien.

Tomo asiento en el piso y dejo que la pequeña se entretenga en su labor de dejarme guapa.

Narra Gaby

+ Creo que estás viendo demasiadas películas, Alba.

La regaño cuando me pide volver al hotel porque piensa que alguien nos esta fotografiando. Después de patinar y llenarnos las piernas de moratones con miles de carcajadas de por medio, hemos optado por parar en un starbucks.

A: Que no papá, te lo prometo, he visto a una mujer hacernos una foto, y esta mañana también, se lo dije a mamá.

+ Ésta es una ciudad en la que la gente le hace fotos a todo, deja las paranoias.

A: Es que tengo miedo, mamá también lo vio, tienes que creerme.

+ Te creo, cariño, pero sabes que a mamá pueden reconocerla.

A: En España, no aquí.

+ En España más que aquí.

Remarco la tercera palabra.

A: ¿Y por que nos van a hacer fotos a nosotros, si ahora no estamos con ella?

Mi hija verdaderamente está intranquila y sigo sin entender el por qué.

+ Cielo, nosotros también estamos más expuestos que antes, aunque no vayamos con ella, todo el mundo sabe que estoy con Malú. Querrán vender las fotos de "la escapada en familia de la artista a la ciudad de los rascacielos. Malú recibe el 2020 en Nueva York".

Imito la voz de los presentadores de los programas de cotilleo que tanto detesto consiguiendo sacarle una sonrisa a mi hija.

No lleva bien el tema de la prensa, pero nada podemos hacer al respecto. La entiendo, para mi tampoco fue fácil acostumbrarme a la idea de que nos sigan para conseguir alguna exclusiva, ni escuchar que hablan de nuestra intimidad en todos los canales del país, pero la he elegido a ella y es lo que toca. Volvería a hacerlo mil veces.

A: ¿De verdad crees que son de la prensa?

+ O alguna fan obsesionada, pero me parece más lógica la primera opción.

A: ¿No crees que quieren hacernos daño?

+ ¿Por qué alguien querría hacernos daño, Alba? Tú más que nadie tendrías que saber que cualquier foto que consigan de Malú se vende bien.

Se lo piensa por algunos segundos y luego asiente.

A: Ya, es verdad, es que en Madrid estoy más acostumbrada, pero aquí...

+ Aquí la conocen menos, pero con todos los turistas que hay, seguro alguno la ha pillado.

Creo que por fin se ha quedado tranquila.

A: Si hace un año me decías que hoy estaríamos aquí con Malú, y que yo la llamaría "mamá", no te habría creído ni por todos los euros de esas fotos.

Ríe recordando su faceta de fan, aunque puedo asegurar que ahora la admira muchísimo más.

+ Solo lo he hecho por ti.

La hago reír.

+ A mi sigue sin gustarme.

Digo gracioso.

A: Ya, que morro llevas, papá.

Volvemos a reír.

+ Anda, vamos a comprarle un café a ella también y volvamos al hotel, ya veo que las enanas la están volviendo loca.

Adora el starbucks y no me perdonaría que hayamos pasado por aquí sin llevarle nada. Estamos súper cerca y si andamos rápido podrá tomárselo bien caliente.