Capitulo 240

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Narra Gaby

Me estoy quitando la ropa de pabellón cuando se enciende la pantalla de mi móvil con varias notificaciones de whatsapp. Es Chia.

Ch: "Hola Gaby"

Ch: "Siento molestarte"

Ch: "¿Estas de turno hoy?"

Decido llamarla. Odio tener conversaciones importantes por este medio y aseguro que su pregunta no es mera curiosidad.

Ch: Ala, que velocidad.

+ Hola a ti también.

Ríe.

+ Me has pillado cambiándome para volver a casa. ¿Ha pasado algo?

Espero que estén todos bien, las pocas veces que han tenido que venir al hospital por urgencias me han llamado antes.

Ch: No, bueno, más o menos... ha sido un día difícil en el estudio.

+ ¿Malú está bien?

Pregunto alarmado. No va a llamarme si no se trata de algo serio.

Ch: Sí, tranquilo.

+ ¿Qué pasa Chia? ¿Dónde esta? ¿Por qué no me llama ella?

Ch: ¡Que esta bien, hombre!

Dice con marcado acento.

Ch: Y no quiero ser yo la que te cuente nada, pero está agobiada y si no estás de turno, igual podrías preparar algún plan o lo que sea para distraerla.

Joder, odio con todo mi ser cuando te cuentan las cosas a medias y te dejan con una preocupación de aquellas que crees que no vas a volver a respirar tranquilo en tu puñetera vida.

+ ¿Dónde está?

Ch: Ensayando.

+ Voy al estudio.

Corto sin esperar una respuesta. Me ha dejado atacao'. Llamo a Pepi para avisarla que llegare más tarde de lo planeado, ha querido pasar la tarde con mis hijas y quedé en recogerlas al salir del hospital. Me ofrece llevarlas ella a casa después de darles de cenar y sin saber que es lo que está pasando acepto su ayuda agradecido.

+ Hola.

Doy dos besos a Sol y a Chia. Luego le tiendo la mano a Manu. Están charlando en un pasillo. Por suerte he aparcado cerca y no he pillado atasco.

S: Dichosos los ojos, sé de una que agradecerá tu visita.

+ Sí visita podemos llamarle.

Me mira confundida.

Ch: Le he llamado yo.

S: Genial has hecho.

+ ¿Vais a decirme de una puta vez que pasa?

De tanto nervio empiezo a cabrearme.

No les da tiempo a decir nada cuando los pasos rápidos de mi chica alcanzan mi cuerpo, lanzándose a mi como tabla de salvación. José viene detrás de ella.

- Cariño.

+ Hola preciosa.

Beso sus labios rápidamente. Hay demasiada gente aquí como para detenerme a saborearlos.

- ¿Qué haces aquí?

Miro a Chia de reojo.

+ He venido a darte una sorpresa.

J: Hola cuñado.

+ Hola, José.

J: Me voy chicos, como de costumbre esta semana, ya es tarde.

Ch: Espera, salgo contigo.

+ ¿Nos vamos también?

Niega.

- Tengo que hablar con Sol.

Su amiga parece sorprendida.

- Y creo que Manu me llevará a casa.

Ahora el sorprendido soy yo.

+ Te espero.

Mira al hombre dudosa.

M: Ve con él, yo voy en tu coche detrás.

+ ¿Qué esta pasando aquí?

- Cielo, tenemos que hablar.

Hace una pausa para dirigirse a su amiga.

- La foto de Nueva York, que la investiguen también.

La cara de la chica es un poema.

S: ¿Cómo no lo pensé antes?

- Ya, yo tampoco lo hice, fue José.

S: Trae la foto mañana, voy a llamar a Portu.

Asiente y se despide.

M: ¿Dónde has aparcado?

+ Aquí, enfrente.

M: Vale, os acompaño, esperad que traigo el coche.

Le miro con cara de pocos amigos. No es su culpa, pero estoy perdido. Malú le tiende la llave y salimos cogidos de la mano. Llueve por lo que me pongo el gorro de la cazadora y mi chica abre su paraguas.

M: ¿A que hora te recojo mañana, jefa?

Pregunta al alcanzar mi Audi.

- A las 9.

M: Vale.

Nos montamos e inmediatamente enciendo la calefacción, ambos cuerpos lo agradecen. Espero a ver a Manu aparecer y pongo rumbo a casa, expectante a lo que tenga que contarme.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora