Capitulo 306

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Narra Malú

- ¿Amigos?

Pregunto anonadada.

- ¿Estas de coña, no?

Se encoge de hombros.

- Si vas a dejarme, ten los huevos para hacerlo, pero no te escondas en pedirme que seamos amigos, ¡cabrón!

Grito indignada. ¡Amigos! ¡será imbécil!

+ ¡Pues deja de presionarme! ¡Te he dicho que necesito tiempo para pensar!

Eleva su voz, al igual que lo he hecho yo. Cuando nuestros corazones se encuentran tan alejados necesitamos asegurarnos de que se oyen, en cambio cuando estamos bien, con solo una mirada o algún susurro es suficiente.

Me rompo por vernos así. Quiero los susurros.

+ Y si esto se acaba, si que me gustaría que fuésemos amigos, ¿sabes?

Ahora me habla más calmado.

+ Por respeto a lo bonito que hemos tenido, por las chicas, que seguirán siendo nuestras hijas.

Remarca la penúltima palabra.

- Deja de reprocharme mi error.

Lloro devastada. Joder, me sentí horrible cuando me ocultó lo de Lucia, no sabía que hacer y metí la pata, hasta el fondo, pero ya entendí que lo hice mal, jamas tendría que haber desconfiado de él, ¿por qué el no puede entenderlo también?

- Ademas, yo no puedo ser tu amiga, Gaby.

Me mira sorprendido.

- Si tu fueras mi amigo, te diría que te busques a una tía que te haga feliz, porque tú eres el chaval que haría feliz a cualquier mujer... a cualquiera.

Insisto.

- Que seáis cómplices... que cuando le hagas el amor, alcancéis juntos el paraíso... que sea la dueña de tu confianza, tu oído para escuchar cuando algo te agobia, y tú risa, para que la riáis juntos... que te ame todo lo que mereces ser amado.

Mis ojos se empapan, otra vez.

- Y no puedo desearte nada de eso, porque quiero ser yo la única mujer capaz de conseguirlo.

Prometo con un nudo en la garganta.

- Quiero ser la única mujer que albergues en tus pensamientos, la única que pueda hacerte feliz, la única que tenga la palabra justa en cada momento, la única que te enamore y a la única que hagas tuya.

La mera idea de que pudiese ser diferente me hace sentir como si me arrancaran el corazón del pecho, sin anestesia. Quiero que estemos juntos... necesito que estemos juntos, para siempre.

- Y no puedo ser tu amiga

Prosigo.

- Porque cuando mis amigos tienen a alguien así a su lado, yo soy casi tan feliz como ellos... y si tú tienes algo así con alguna otra, yo me muero.

Advierto llorando.

Le miro directamente a los ojos por una milésima de segundo, y al no poder sostenerle la mirada le dejo con la palabra en la boca, corriendo a nuestra habitación para desahogarme abrazada a una almohada.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora