- ¡No!
Su grito me despierta.
- ¿Qué pasa?
Pregunto adormilado, pero no por eso menos nervioso. Me mira feo y vuelve a tumbarse para dormir. Habrá tenido una pesadilla.
Imito su acción. Me entrego a Morfeo de inmediato. Aunque con el pasar de las horas me es inevitable sentir como se remueve incómoda, dormida. No está teniendo una buena noche.
+ Ven aquí.
La invito a acurrucarse conmigo. Se ha desvelado y yo con ella. No quiero que nuestra discusión le robe la calma. A veces creo aguantarle demasiadas cosas, pero la quiero, y de eso se trata una relación de pareja, que ambos aceptemos al otro con sus imperfecciones.
Si entre mis brazos podrá descansar tranquila, no dudaría en darle mi cobijo.
Me sorprendo cuando se aferra a mí y siento su menudo cuerpo temblar con la respiración agitada. Sus lágrimas no tardan en mojar mi camiseta.
- Tengo pesadillas.
Se queja.
- No me gusta estar enfadados.
+ Ya está, vamos a olvidarlo.
Dejo un dulce beso en su pelo.
+ Venga, a dormir.
Son casi las cinco. Todavía nos quedan algunas horas, ambos las necesitamos.
- No puedo.
+ ¿Por qué?
- No estoy a gusto.
Hace un puchero, y cubre su carita para que no pueda verla llorar más.
+ ¿En que no estás a gusto, mi vida?
Se encoge de hombros.
- ¿No estás enfadado?
+ A veces eres una pesada.
Limpio sus mejillas.
+ Pero no me dura estar enfadado demasiado tiempo, eres adorable y me puedes.
Una pequeña curva se marca entre sus labios.
- No estoy tranquila cuando discutimos.
Me cuenta.
- Fui injusta contigo y ahora sueño todo el rato con que Miguel nos hace daño.
+ Bonita, no fue Miguel, ¿vale?
La miro a los ojos.
+ No voy a mentirte, no me gusta ese tío, aunque me llames celoso, pero le han investigado y no fue él.
Asiente.
- Ya, pero es que quien sea, me está haciendo pasarlo mal, necesito que esto acabe, ¿Cómo puede ser que todavía no den con la persona?
Sus palabras están llenas de desesperación. Yo también me hago la misma pregunta, pero lo que menos necesita es que le comente mis temores al respecto.
+ Ya van a encontrarle.
La tranquilizó.
+ Ahora estas aquí, en casa, conmigo... y yo voy a cuidarte.
La pego a mi cuerpo.
+ Duerme tranquila, ¿si?
- Te quiero.
Susurra apoyada en mi pecho.
+ Y yo a ti.
Prometo acariciando el bajo de su espalda hasta que su respiración me asegura que se ha dormido. Quiero que lo haga tranquila, yo seré el guardián de sus sueños.
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Solo el amor nos salvará (Segunda parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia. Espero que os siga gustando.