Solo el amor nos salvará (Segunda parte)

Capitulo 293

Malú lleva ya una semana fuera de casa, todos la echamos de menos, sobretodo Lucia que ha cogido un constipado, y cuando se pone mala lo único que quiere son los brazos de mi chica, la busca como si no existiera otro ser humano en el mundo.

Marco su número antes de acostar a las pequeñas. Espero que me lo coja, esta de promo, pero según mis cálculos ahora debiese tener un ratito para poder hablar, así lo hemos hecho estos días que lleva fuera.

Un par de tonos y su preciosa carita aparece en la pantalla de mi móvil.

~ Mami.

- Hola angelito, ¿cómo estáis?

Pregunta al vernos a los tres.

= Mami.

La pequeña solloza estirando sus bracitos para que Malú pueda cogerla.

+ Mami no está aquí, cielo.

Le explico.

+ Puede hablarte, pero no cogerte.

= Mami.

Llora enrabietada.

- Aquí estoy, Lu.

= Mami.

Mi chica entona una nana, consiguiendo calmarla y tener su atención a través de la pantalla.

- ¿Qué pasa, bichito?

+ Ha pillado un resfrío, y te echa de menos.

Le cuento.

~ Yo también te echo de menos.

- Y yo a vosotros, corazón.

~ Hoy fui solita a casa de los abuelos.

Mamá ha venido a por las dos más pequeñitas, pero Lu se echó una siesta súper larga y se quedó en casa con Carmen.

- ¿Por qué solita?

~ Lu estaba dormida.

- ¿Te encuentras mal, reina?

= Mami.

Vuelve a estirar sus bracitos, pero me ocupo de auparla antes de que vuelva a llorar.

+ Bueno, y por allí ¿que tal?

- Súper bien. Me reciben con tanto cariño a donde sea que vaya que no me lo creo.

Sus ojitos brillan ilusionados. Ayer bien tarde llegó a Chile, en Argentina ya se dejó la piel y me ha contado que fue precioso pasar allí esos seis días.

+ Que bonito.

- Voy a tener que dejaros, que ya hemos llegado a la radio.

Iba de camino. Tiene varias entrevistas y en un par de días el concierto.

+ Vale. Darle las buenas noches a mami que nos vamos a la cama.

~ Buenas noches.

= Noze.

- Buenas noches preciosas.

~ Te quiero, mami.

- Y yo a vosotras, amor.

Tira besos.

- Llámame luego.

Me pide. Nosotros también hablamos antes de que yo me vaya a dormir. Ya es casi un ritual.

Dejo mi móvil en la mesita de noche y llevo a cada niña a su habitación para dormirlas. Lucia no tarda en hacerlo, abraza a su jirafa y cae rendida, tiene unas décimas de fiebre y eso la agota. Cami me pide que le cuente un cuento. No me niego, elige el que le apetece escuchar. Cuando lo acabo me la encuentro con los ojitos ya cerrados.