Capitulo 289

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Narra Gaby

+ Ya está todo.

Anuncio al acabar de guardar nuestras cosas en el coche. Son casi las 4 de la tarde cuando vamos a poner rumbo a Algeciras. El sábado iremos directos a Mérida.

Malú esta súper ilusionada. Le vendrá bien volver allí... a sus recuerdos, a su infancia.

Alba también está contenta con nuestra escapada. Además su chico viajará el jueves por la noche para pasar el fin de semana con ella. Ha tenido suerte de encontrar a alguien que la quiere tanto.

Yo solo espero que todo lo que pasó quede enterrado en el pasado y las noches llenas de pesadillas como la de ayer dejen de perseguirnos.

Narra Malú

Me despierto escuchando las risas de las nenas y a su padre en el salón. Ayer llegamos bien tarde, entre paradas en gasolineras y luego a cenar, cuando entramos a la casa que alberga mis mejores recuerdos acostamos a las pequeñas y charlamos un rato con Alba. Creo que estar aquí nos hace bien a las dos.

Gaby me hizo suya una y otra vez, consiguiendo que mi mente solo divague entre el amor que le tengo y el placer que me hizo sentir. Y tras varios asaltos caí rendida acurrucada en su pecho sin volver a saber nada hasta hoy. Necesitaba descansar así.

- Buenos días.

Saludo con una sonrisa que es correspondida por mis personas favoritas.

= Partir mami.

Lucia corre hacia mi con su churro en las manos. Gaby y Alba explotan en una carcajada.

+ Que compartas con mami los de la bandeja reina, no el que ya te estas comiendo.

= ¡No! ¡Ete partir mami!

- ¿El tuyo me quieres compartir?

Le pregunto enternecida.

A: Si te comes eso lleno de baba es que de verdad la quieres.

Me hace reír. Por supuesto que la quiero... la adoro, pero ese churro untado en chocolate que ha dejado evidencia en su boca y sus manitas no me parece muy apetecible.

= Zi.

Sonríe con los mofletes manchados.

- Mejor ese te lo acabas tu, y yo cojo uno para mi.

Propongo enseñándole uno propio. Enseguida mete otro trozo en su boquita, poco le ha durado lo de compartir.

~ Otro.

Pide Cami.

+ Ten.

= Oto.

Imita a su hermana, aunque su pedido viene con la boca llena. No ha acabado el que tiene, pero es una tragona, y súper graciosa.

- ¿Y como que habéis ido a comprar churros?

Papá se ha ocupado de que tengamos suficiente comida en casa para estos días.

+ Sé de dos que han madrugado y querían ir a despertarte antes de que salga el sol.

- ¡Ay! Pero si te tengo que querer.

Digo agradecida. Acercándome a sus labios, pero en vez de dejar un beso en ellos, aprovecho el chocolate que queda en los míos para dejar una marca en la punta de su nariz.

Las más pequeñas no dan crédito a sus ojos, y no tardan en untar sus dedos y llenar la cara de mi chico con chocolate. Me lanza una mirada asesina, pero no puedo evitar reír a carcajadas. ¡Vaya imagen!

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora