Solo el amor nos salvará (Segunda parte)

Capitulo 217

Narra Malú

Salgo del estudio con prisa. Tengo que recoger a las chicas de la guardería y no quiero pillar atasco.

Voy primero a por Cami.

Me ve, pero a diferencia de otras veces que he venido a por ella, no corre hacia mi, coge su pequeña mochila y se acerca despacio.

Pr: ¿Puedes recoger aquellos juguetes, Cami?

Le pide amable su profesora. Entiendo que tiene algo que comentarme.

Pr: ¿Ha pasado algo, Malú?

Pregunta directa. Ya no es una novedad que sea yo quien viene a por ella.

Pr: Camila suele ser una niña súper alegre, pero hoy ha estado triste todo el día.

- Sí.

Reconozco.

- Pero no se el qué. Desde anoche esta igual y no quiere decirnos nada.

Hace un gesto de preocupación.

- Intentaré hablar con ella otra vez.

Asiente y se despide de la pequeña que ya ha vuelto a mi lado. Vamos a la sala de Lucia y en el coche propongo recoger a Alba del instituto. Hace tanto frío que me da lástima que vuelva andando. Nada más montarse noto como su hermana se echa a llorar en silencio. No entiendo nada.

- Cami, ¿me ayudas a escribirle a papá Noel?

Propongo un plan que le hará ilusión para poder hablar con ella.

~ No quiero.

- ¿Qué pasa, mi angelito?

Le pregunto agachada a su altura, su actitud me está preocupando cada vez más.

~ Nada.

Coge los rotuladores que estaba usando y se va a continuar con lo que hacía a otra habitación. Suspiro consternada.

+ Hola.

Saluda entrando en casa pocos minutos después y deja un pico en mis labios.

+ ¿Qué pasa, bonita?

~ Cami... sigue mal. Su profesora también me ha comentado que hoy estaba triste.

+ Voy a hablar con ella.

Tras un largo rato en que aún no han aparecido decido subir. La puerta de su habitación está entornada y la escucho sollozar en los brazos de su padre. Abro suavemente y me asomo sin que ella se percate de mi presencia. Gaby me hace un gesto para que me mantenga en silencio, por lo que me quedo apoyada en el marco de la puerta sin decir nada.

+ Anda preciosa, cuéntame que te pasa.

Le pide dulcemente. Es un padre maravilloso y siempre he admirado su trato con las chicas.

~ Todos en mi clase van a pasar la navidad con sus mamás.

Llora rompiendo mi alma. Esta tan triste.

+ Cami, mamá te amaba muchísimo y siempre nos va a cuidar desde el cielo, la llevamos aquí.

Pone su mano en el pecho de la nena, indicando su corazón.

+ Y aunque no esté con nosotros, si no la olvidamos es como si un cachito de ella nos acompañara.

~ Pero yo quiero tener una mamá, todos tienen una, sólo Lucia y yo no tenemos, antes Alba tampoco tenia, pero ahora Malú se hizo su mamá, y mía no.

Llora agitada, sus palabras consiguen que yo también lo haga.

+ ¿Por qué dices eso Cami, si Malú os adora?

Me mira fugazmente y luego devuelve su atención a la niña.

~ No, solo a Alba que la llamó mamá.

+ ¿Tu también quieres llamar a Malú mamá?

Asiente hecha un mar de lagrimas.

Me da igual la respuesta que pueda darle Gaby, esto es algo entre la pequeña y yo. Entro en la habitación y la cojo de los brazos de su padre para sentarla sobre mi regazo. Al notarlo forcejea para soltarse de mi agarre, pero la abrazo con fuerza intentando retenerla, dejando besos por su cabecita, hasta que consigo que se aferre a mí.

- Shhh... ya está, estoy aquí contigo, pequeñita.

Me mira sobrecogida.

- ¿Sabes lo que le he pedido a papá Noel?

Niega.

- Le pedí que me deje ser tu mami, pero me dijo que él no podía traerme eso, que solo deja regalos bajo el árbol, y que si yo lo quería tenía que pedírtelo a ti.

Limpio su carita con mis dedos.

- ¿Me dejas ser tu mamá, Cami?

~ ¿Eso le has pedido?

Pregunta totalmente sorprendida.

- Sí. Yo sé que Lu y tú tenéis una mamá que os quiere muchísimo y que está en el cielo, pero yo también os quiero con todo mi corazón y lo que más me gustaría en el mundo es poder ser vuestra otra mamá.

Sus ojos desprenden ilusión y como respuesta me regala una gran sonrisa, de esas que podrían iluminar toda la ciudad.