Capitulo 286

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A: ¿Sabes cuantas veces te necesité?

Alba le grita escandalizada. No entiendo de donde saca el valor para enfrentarla.

A: ¿Sabes por cuantos años soñé con conocerte? ¿Cuántas veces me preguntaba por las noches antes de dormir si ibas a volver algún día a recuperarme?

Intento tranquilizarla, pero se resiste.

A: ¿Sabes lo duro que ha sido crecer sin una mamá? ¿Lo miserable que me sentí toda mi vida, hasta que Malú apareció?

Esta hecha una fiera, casi no la reconozco, que valor tiene para ser capaz de soltarle todo el dolor que le ha causado crecer abandonada por su progenitora, y que triste me pone escuchar sus sentimientos, ¡ojalá pudiera haberla protegido yo desde que era bebé!, ¡ojalá haberle evitado tanto sufrimiento que no merece!, ¡ojalá yo hubiese tenido la suerte de albergarla en mi vientre durante nueve meses! Esta chica es puro corazón.

A: ¿Por qué tienes que ser tan mala? ¿tanto me odias? Si no quieres nada de mi, ¿por qué quieres separarme de ella?

La mujer nos mira con desprecio.

Pa: Me arruinaste la vida.

Le responde llena de odio.

Pa: Me pasé años culpándome de lo que había hecho. Alejándome de todo lo que me hacía feliz, por atormentarme con la idea de haberte abandonado, cuando en realidad, nunca quise ser madre, y me aguanté por permitirte nacer.

Se lamenta.

Pa: Y luego viene la superstar a decirte un par de palabras bonitas y la llamas "mamá".

La reprocha.

A: ¡Malú es mi mamá! No solo me dice palabras bonitas, me cuida como tú no fuiste capaz de hacerlo.

Explota llena de dolor.

Pa: Yo a ti te di la vida, tú me la estropeaste. La única que merece ser llamada mamá aquí soy yo, y no aceptare que la estrellita ocupe mi lugar.

- Tu nunca ocupaste ese lugar.

Le recrimino. No voy a permitir que torture psicológicamente a Alba, ya ha tenido más que suficiente.

- Si verdaderamente te hubieses sentido culpable, habrías vuelto a por ella, y esta chica tiene un corazón tan grande, que jamás te hubiese negado el perdón, aunque le haz hecho el daño más inmenso de este mundo.

Aseguro.

- Fuiste tú la que decidió perderse el regalo de ser su madre, no la culpes a ella... y déjame decirte que no tienes una puta idea de lo que te has perdido.

Pa: Yo no quise ser madre, no puedo haberme perdido de nada, y lo único que he ganado es llevar años culpándome, te odio, Alba, os odio a las dos...

Inevitablemente sus sollozos se intensifican. ¿Cómo puede ser tan cruel?

- Yo te adoro, cielo.

Intento consolar a la que primero me convirtió en madre, con un tono que Patricia también pueda escuchar, sé que la jode.

- Y la que ha ganado aquí, por poder ser tu mamá, soy yo.

Pa: Sois conmov...

Sus palabras son silenciadas...

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora