Capitulo 252

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- ¿Me estás vacilando, Portu?

Me quejo.

- Que la tía sea española no dice nada. ¿Cuántas mujeres hay en este país?

Po: Joder, Malú, no es tan fácil encontrarla, no hay ningún dato en concreto.

- Ya, pero no puede ser que todavía no sepáis nada.

Po: Están haciendo lo que pueden.

Suspiro.

- Lo siento.

Me disculpo por cómo le he hablado.

- Estoy muy nerviosa.

Po: Lo sé, tranquila.

+ ¿Quieres ir ahora con mami?

Le pregunta a Lucia bajando las escaleras con ella en sus brazos. Lleva su pijama rosa y succiona el chupete con fuerza, está para comérsela.

= No Lulú, Papi.

Genial.

- Lo que sea me avisas.

Le pido a mi interlocutor.

- Sin importar las horas.

+ ¿Qué saben?

Pregunta cuando corto la llamada.

- Que la mujer es española. No tienen idea si sabía que estaríamos por Nueva York y nos siguió para hacer las fotos o si nos encontró y así empezó con todo esto, pero es la misma persona.

+ No es mucho.

Estiro mis brazos para coger a la nena, siendo nuevamente rechazada.

+ Ve a ver los dibujos con Cami.

La deja en el suelo. Mi chico aprovecha mis brazos estirados para empujarme hacia el y me rodea en un abrazo protector.

+ No te agobies tanto. Van a encontrarla y estará todo bien.

Besa mi frente.

+ Y a Lu dale tiempo.

- Tendría que estar disfrutando de este momento.

Me lamento.

+ Disfrútalo. Tendrás otras miles de giras espectaculares, pero esta no va a volver, disfrútala con todas las dificultades que ha traído, a veces las cosas más difíciles son las más satisfactorias.

- Como conquistarte a ti.

Me río en sus labios.

+ A mi me gustaste desde el primer momento en que te vi, llorando en el hospital por tu tobillo.

- Ya claro, te pusiste blanco como si hubieras visto un fantasma.

+ Bueno, me llama Rubén para pedirme ayuda para una amiga, y yo tenía que adivinar que esa serías tú.

- No, pero luego no querías saber nada.

+ Porque me gustabas demasiado.

Asegura bien cerquita mío, con voz sexy. Su aliento choca con mi cuello. Me está poniendo muy cachonda.

- Están las nenas.

Le recuerdo con la respiración alterada.

+ Listas para dormir.

Muerde el lóbulo de mi oreja.

+ Y quiero ocuparme de que disfrutes de esta gira, cuando estés trabajando...

Vuelve a atacar mi cuello.

+ Y cuando estes por casa.

Un escalofrío me recorre el cuerpo.

- Vamos a acostarlas.

Intento ocuparme de ambas, pero Lucia sigue con su negativa a que me acerque a ella y termino solo por contarle un cuento a Cami y llenarla de besos antes de salir de su habitación para ir a la nuestra. La noche promete mucho, y recién empieza.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora