Capitulo 262

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Narra Gaby

Entramos cogidos de la mano a casa de Melendi. Hemos aparcado dentro, nos ha reservado un sitio en su garaje.

La mayoría son caras nuevas, amigos no famosos de Melen y Julia. Me alegro cuando saludo a Alejandro. No sabía que estaba en España, y a juzgar por el cariñoso abrazo que se da con mi chica, creo que ella tampoco.

• No te enfades.

Le dice gracioso antes de que a ella le dé tiempo para echarle la bronca.

• Ha surgido a último minuto y el Ramon me ha avisado por whatsapp.

- Ya te vale.

Río. De repente el gesto que hace cuando unas manos cubren sus ojos desde atrás provoca que lo hagamos todos. Es Vanesa, pero ella no lo sabe. Rosario también está aquí, y creo que no hay más caras conocidas.

- Joder, ¿Quién es?

• Otra mu' pesa'.

Sin demasiado esfuerzo quita las manos de su amiga y se gira para fundirse en un abrazo.

Va: Dichosos los ojos, hija, que tú estás más desaparecida que na'.

- Ya, es que con la gira... pero mira quien lo dice.

Narra Malú

Que bien me la estoy pasando. Hace mucho no me iba de fiesta y río a carcajadas con mis amigas, copas en mano, mientras miro de reojo a mi chico. No ha dejado de hablar con Alejandro en toda la noche. Nos alejamos de ellos cuando hablaban de fútbol, pero a juzgar por sus caras ahora la charla va de algo serio.

Me: ¿Cómo están mis chicas?

Mi mejor amigo ha pasado tiempo con todos los invitados, como buen anfitrión.

Va: Más afectadas que tú.

Ríe a carcajadas enseñándole el poco alcohol que le queda.

- Que Vane ha aprovechado de beberse hasta el agua del florero.

Río.

Me: Hay que disfrutar la vida, ella puede darse el lujo de dormir la mona mañana.

- ¿Insinúas que nosotros no?

Ro: Porque si es así, estás en lo cierto.

Todos volvemos a reír. Vaya gilipolleces, pero si no necesitamos beber para reírnos de todo cuando estamos juntos, cuando si lo hacemos, somos un desastre.

Va: Podríamos jugar yo nunca.

Propone Vane al ver que somos los últimos, un grupito bien pequeño de amigos, tenemos la confianza, los demás se han ido y nosotros íbamos a hacerlo, simplemente nos hemos quedado para ayudar a recoger cuando la loca de mi amiga salta con la idea.

- Que ya es tarde chiquilla.

Va: O temprano.

Otra carcajada, el alcohol ha hecho lo suyo, pero Vanesa es siempre muy payasa, no va tan mal, solo aprovecha para hacernos reír.

- Vane, tía, como te ha sentado el último chupito.

Va: No seas amargada.

- No lo soy, pero no puedo beber, mañana las chicas...

V: Excusas...

Me interrumpe.

V: Que tus nenas son lo mejor que hay.

- Lo sé, pero no perdonan.

Sonrío, nos tendrán en pie bien temprano, y seguro estaremos agotados, pero merece la pena por la buena noche que estamos pasando.

Va: Venga, unas ronditas del yo nunca.

Me: Mañana, la Lula pone la casa.

Propone gracioso. Es a último minuto pero me encanta la idea y acepto gustosa.

- Avisar a los demás.

Me: Que era coña.

- Ya, pero me gusta la propuesta, hace tiempo tengo ganas de juntarnos todos.

Ro: Yo no puedo chiquilla, se lo pasan genial y me avisan para la próxima vez.

Va: Y así de triste será, que acabaremos solo nosotros tres en tu salón.

- Alejandro también viene, o le corto lo huevos.

Aseguro risueña.

- Avisarme cuantos somos.

Sonrío pícara antes de ir en busca de mi chico para volver a casa.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora