Solo el amor nos salvará (Segunda parte)

Capitulo 320

Narra Malú

- ¡Princesa!

Recibo a mi rubia con un abrazo enorme, de esos que te llenan de vida.

C: Hola tita.

Saluda animada, llenándome de besos.

C: Te echaba mucho de menos.

- Y yo a ti.

Prometo.

V: ¿Y para mi no hay nada?

Saca su vena celosa, haciéndome reír.

- Ven aquí.

Estiro mis brazos y la uno al gran abrazo que sigo manteniendo con mi ahijada.

As: Hola Malú.

Sonriente deja un beso en mi mejilla.

- Oye, que tú te haces mayor por momentos.

Me quejo al soltarla y ver cuanto ha crecido.

C: Es que tú no nos vienes a visitar hace mucho.

V: Escucha a mi hija, que solo dice la verdad.

Ríe entrando en casa y de inmediato oigo como mis pequeñas corren hacia ella. Carla y yo la seguimos. Agradezco que a pesar de las distancias mantenemos esa amistad casi de hermanas, y nuestras familias también lo hacen. Las chicas les adoran.

...

..

- ¿Estas seguro?

Pregunto una vez más antes de salir de casa. La tarde se ha pasado volando dejando caer la noche y nuestros novios se han ofrecido a quedarse con las chicas para que nosotras podamos salir.

- ¿Y Cami?

Últimamente le está costando bastante cuando salgo de casa.

+ Estará genial con nosotros. Iros ya, pesada.

Me da un pico.

+ Y pásatelo estupendo.

V: Vamos María Lucia, como en los viejos tiempos.

Risueña sale de casa, tirando de mi brazo para que la siga.

Pocos minutos después aparco frente al local de un amigo de José. Aquí podremos charlar tranquilas y si nos apetece lanzarnos a la pista como en nuestros tiempos mozos.

V: ¿Qué le preocupa a esa cabecita tan loca?

Mi mejor amiga nunca se va con rodeos. Directa como mi madre.

- Que va... no me apetece hablar ahora.

V: Ya te vale, cuéntamelo todo, nena.

Resoplo. Sé que no va a darse por vencida hasta quedar satisfecha con mi respuesta, y la única forma de hacerlo, es con la verdad.

- Gaby.

V: ¿Qué ha hecho ahora el capullo?

Pregunta graciosa. Nunca le han gustado mis novios tanto como él.

- Vamos a bailar un rato.

Propongo.

- Luego te lo cuento.

Bebe al completo el contenido de su copa y coge mi mano para poder darlo todo.

- Joder, hace mucho no me divertía tanto.

Río. No he bebido demasiado porque estoy conduciendo, pero si voy de risa suelta.

- Parecemos dos adolescentes.

V: Hablando de adolescentes... allí mismo hay una que yo conozco.

Me giro. No puede ser. Con todos los locales que hay en Madrid ¿justo tengo que venir a encontrarme con Alba en este?

V: Tu cara es un poema.

Suelta una carcajada.

- Calla coño.

Suspiro agobiada.

- Vámonos.

Le pido.

V: ¿En serio?

- No me voy a ir de fiesta en el mismo sitio que mi hija, Verónica.

V: Vale.

Mira su reloj.

V: Si además ya es hora de charlar.

Ruedo los ojos. Llegue a pensar que iba a librarme de ser bombardeada por preguntas de mi amiga. Vaya ilusa.