Solo el amor nos salvará (Segunda parte)

Capitulo 388

El dolor de cabeza va a acabar conmigo, los analgésicos no parecen estar ayudando y tras vomitar una última vez antes de salir del hotel cojo mis cosas para subirme al coche. Manu espera por mi para llevarme al recinto, haremos la prueba de sonido y aunque tenemos varias horas hasta dar comienzo al show de esta noche, decido quedarme allí.

J: Vaya caraza.

José me recorre con la mirada analizando mi aspecto. Estoy fatal. Soledad tendrá que currárselo mucho para dejarme en condiciones.

- No me hables que te echo la bronca.

Amenazo pretendiendo ser graciosa, pero ha sonado de lo más borde.

J: Vale.

Me mira con gesto apático.

J: ¿Y Gaby?

- No sé.

J: Asumo que habéis discutido.

- Asumes bien.

Ahora si me molesto, no me gusta que se meta.

- Si le necesitas, llámale.

Digo seca.

J: Claro, ¿Cómo no ibais a discutir? si el chaval se preocupa por tu bienestar y tú le habrás mandado a tomar por culo, como haces con todos los que estamos pendientes de ti.

Si pudiera matar con la mirada, ahora mismo debiésemos de estar enterrando a mi hermano.

R: Te ves mal, jefa... ¿Suspendemos?

Pregunta comedido.

- No.

J: Malú.

Paso completamente de él y hago una señal para que empecemos a probar sonido, pero al recorrer el escenario hasta el micrófono me mareo y pierdo el equilibrio.

José y Yago son los primeros en llegar a mi, dándome el soporte que necesito para no darme contra el suelo, sin embargo mis ojos pesan demasiado ahora mismo como para abrirlos.

- Estoy bien.

Digo con un hilo de voz. Las caras de mis compañeros son un cuadro y aunque me encuentro súper débil, es necesario quitarles la preocupación.

Y: Ya está aquí la ambulancia.

- ¿Pero para que coño llamáis a una ambulancia?

J: Para llevarte al hospital y que te examinen, has perdido el conocimiento, Malú.

Zanja haciéndome resoplar. Creo que no podré escabullirme.

...

...

Me: ¿Has bebido hoy?

Pregunta el médico que me atiende.

- Muy poco, tengo el estómago cerrado, incluso para el agua.

Me: ¿Tampoco has comido?

Niego con la cabeza.

- Y ayer muy poco.

Me: Vale, voy a pedirle a una enfermera que venga a tomarte una muestra de sangre y a darte fluidos. Estás deshidratada.

Asiento con un gesto y retengo las lágrimas de mis ojos encharcados. Sol me acerca el móvil para que apruebe el mensaje que ha escrito en mis redes cancelando el concierto. He luchado por poder darlo, pero estoy flaqueando y a mi gran pesar no podré hacerlo.