Capitulo 357

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Narra Malú

Después de pasar la tarde con las chicas, darles un baño y acostarlas, me siento en el jardín junto a Danka que ha venido a hacerme compañía. Enciendo un cigarro y no alcanzo a darle la segunda calada cuando mi chico toma asiento a mi lado.

+ Deja esta mierda.

Me lo quita de las manos, lo apaga y me entrega una tarrina de helado de chocolate, dejando dos cucharas frente a nosotros. No puedo evitar sonreír. Luego me enseña los klinex, haciendo que esa sonrisa se convierta en una pequeña carcajada.

- Que no voy a llorar, pesado.

+ Que ya lo sé, pesada.

Imita mi tono de voz.

+ Es por si no quieres que yo te limpie las comisuras.

Le miro divertida y niego con la cabeza. Instintivamente abro el helado y lleno una de las cucharas dispuesta a inflarme de azúcar.

+ ¿Tu piensas comerte todo eso sola, o hay un poco para mi?

Me giro dándole la espalda, protegiendo aquel tesoro que tengo entre mis manos.

+ Vale, ya entendí... Esta sobra.

Me enseña la segunda cucharilla. Sonrío y vuelvo a girarme.

- José quiere que pasemos algunos días en Sevilla, con papá... Dice que estoy privando a las chicas de tener un abuelo.

Suelto sin más. Tendiéndole la tarrina después de llenar mi cuchara otra vez.

+ A mi no me parece mala idea.

Me dice comedido. Teme a mi reacción.

+ A ti te encanta Sevilla, las chicas van a divertirse con el, es cierto que no conocen demasiado a su abuelo... y te vendrá bien pasar buenos momentos con tu padre.

- Con mi padre, no con su familia.

+ Cariño... yo entiendo que fue difícil que se divorcien, pero ya hace muchos años de eso... y veo normal que cada uno quiera rehacer su vida.

- Ya, pero es que una cosa es rehacer y otra muy distinta es hacerla mientras seguía con mamá...

+ Ya... pero ahora no hace diferencia, olvida el pasado y permítete disfrutar de una relación con tu papá.

Me mira comprensivo.

+ Te harías un favor a ti, a él y a las chicas. ¿No lo crees?

Pregunta dulcemente.

+ Solo serán unos pocos días, y yo voy a estar contigo.

- ¿Tu también crees que las estoy castigando a ellas?

+ No... yo creo que tú necesitas esa relación, y que ellas van a beneficiarse de que la tengas.

- José quiere ir de jueves a martes.

+ Yo puedo coger libre el viernes, pero no creo que el lunes. Déjame verlo en el hospital.

- Vale.

+ Igual te puedes quedar tu con las más pequeñitas y regresar con José el martes... Yo me regreso el domingo con Alba, así no falta tantos días al instituto.

- No... prefiero ir por menos y regresar contigo.

+ Como te apetezca.

Acaricia mi mejilla.

+ Estoy orgulloso de ti.

Promete.

- Tu haces mucho para que yo pueda estar bien con papá.

Niega.

+ Yo te apoyo en lo que tú quieras hacer. Y si has conseguido llegar hasta aquí, es únicamente por tus desiciones.

Aparto el helado y le beso. Ambos sabemos que no es así. Si no fuera por Gaby yo seguiría llena de rencor, es el quien me ha ayudado a perdonarle y a admitir que sigo necesitando esa relación con mi progenitor.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora