Juego con las chicas y las perras mientras Gaby prepara la comida. No hemos vuelto a hablar ni tampoco sé como ha conseguido que Camila tenga paciencia para que coloquemos el árbol después de comer, pero me alegra, así Alba ha podido dormir un poquito más.
+ Esto ya casi está.
Me da una voz desde la cocina.
- ¿Vamos a seguir con esta guerra mucho más tiempo?
Pregunto acercándome a él. Me mira indiferente y sigue a lo suyo.
- Al menos podrías pretender delante de las chicas.
Le recrimino. Sus palabras han dolido como cuchillos y ahora ni me hace caso. Yo también tengo rabia, pero quisiera que ellas disfruten del día, no que se sientan incómodas porque nosotros no cruzamos palabra, adornar el árbol debiese dejar lindos recuerdos en sus memorias. También en las nuestras.
+ ¿Tu vas a enseñarme cómo actuar delante de mis hijas?
Con este argumento si que se ha pasado tres pueblos. Estampo mi mano con fuerza sobre su mejilla.
- Serás gilipollas.
Salgo de la cocina echando humo por las orejas.
- Ala pequeñajas, a lavaros las manitas que en nada comemos.
Les digo dispuesta a despertar a su hermana. Yo no voy a comportarme como Gaby, ellas no lo merecen.
+ Esperad un segundo chicas.
Coge mi mano y me devuelve a la cocina junto a él, cerrando una vez más la puerta. No tenemos la costumbre de discutir delante de las niñas.
+ Lo siento.
Su arrepentimiento podría ser visto hasta por un ciego, pero sigo sin creerme lo que dijo, me ha hecho daño.
+ Me he pasado.
Baja la mirada por un segundo y luego la devuelve a mi.
+ Mucho.
- Muchísimo.
Aseguro con los ojos nuevamente empapados.
+ Ya. Perdóname.
Suplica comedido.
+ Estaba enfadado y dolido.
Se excusa.
- ¿Y crees que yo no?
Niega acariciandose la nuca.
+ Me he portado fatal, pero sabes que no hay nada que te agradezca más que el como cuidas a las chicas, que no me importa si te llaman mamá o no, que tú les tratas como si lo fueras, y eso te convierte en su madre.
Suspira abatido.
+ No tenía ningún derecho a decir algo así.
- Me has lastimado.
Le digo honesta. También cuando estamos enfadados debemos de pensar en lo que decimos.
+ Lo sé, perdóname.
Asiento.
+ No quiero lastimarte; no quiero discutir; te quiero, pequeña.
Promete dulce. Podría seguir con todo esto, pero sólo sería por orgullo, no me gusta estar enfadados, ademas su perdón es tan sincero.
- Yo también te quiero.
+ Y no puedo prohibirte nada, es tu cuerpo y si quieres tomar esa píldora, adelante, si no te sienta bien, yo voy a cuidarte.
No me cabe duda que lo hará. A veces mete la pata, pero me trata como nadie más lo ha hecho.
+ Pero si no lo haces, y te embarazas, por supuesto que ese bebé será recibido con todo el amor del mundo.
Atrapa mi cara entre sus manos y acaricia mis mejillas.
+ ¿Me perdonas?
Asiento, y me dejo llevar cuando sus labios se rozan con los míos, así es como me gusta que estemos, cerquita.
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Solo el amor nos salvará (Segunda parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia. Espero que os siga gustando.