+ ¡Hey! Pero llorica...
La llamo dulcemente intentando quitarla de su escondite, pero se resiste, aferrándose con más fuerza.
+ Mi amor, pero no llores.
Empiezo a agobiarme. Igual no piensa como yo y se ha disgustado porque quiere que le pida matrimonio. Si es así, no dudaría en hacerlo. Ansío que llegue el momento.
- Es que a mi me comen las inseguridades y tú te las comes a ellas.
Por fin me mira, con los ojitos encharcados. Que bonita es, y que afortunado soy de tenerla conmigo.
+ No quiero que te coman las inseguridades.
Atrapo su carita con mis manos.
+ No conmigo, que te quiero tanto.
- Joe, Gaby.
Despacio junta sus labios con los míos. Es un beso lento, de aquellos que disfrutas cada roce. Su lengua aterciopelada recorre mi boca sin dejar de explorar ni un solo rincón.
No solemos estar tan acaramelados en público, pero aquí no hay prácticamente nadie, y las pocas personas que se divisan, están suficientemente alejadas como para no percatarse de nuestros arrumacos.
Narra Malú
- Me he puesto muy cachonda.
Admito. Aquel beso atrajo a otro, y ese al siguiente.
+ ¡Puf!
Exclama.
+ ¿Y como me has puesto a mi?
Hace un rato siento el bulto entre sus piernas y abuso pícaramente de la posición en que me encuentro, sobre el, para removerme y provocarle con mi culo.
No tarda en vengarse de mi. Un par de segundos después cuela su mano por el chándal que me recomendó usar antes de salir de casa, mencionó ropa cómoda sin decirme que veníamos aquí y yo me decanté por esto, ahora dudo si lo ha hecho por las caminatas o venía con la idea en la cabeza, en cualquier caso, sus dedos no parecen sorprenderse al encontrar mi excesiva humedad. No los introduce, solo me acaricia estremeciéndome a tal punto que creo que me hará perder la cordura.
- No me hagas esto.
Suplico alterada. Si ya ha tocando mi centro de placer, necesito llegar hasta el final.
+ ¿Qué quieres que te haga?
Pregunta travieso.
No puedo pensar una respuesta con claridad, me esta torturando allí abajo. Con mi mano guío la suya para que sus dedos se adentren en mí, pero parece ser que le apetece jugar.
+ Pídemelo reina, ¿Qué quieres que te haga?
- Tócame hasta que me corra.
Respondo guarra, ahora mismo no estoy para mantener las formas.
+ ¿Así?
Maldito sea, se hace el chulo introduciendo parcialmente solo uno de sus dedos.
- Más adentro.
Le ruego, una vez más escondo mi rostro en el hueco de su cuello, pero ahora es porque gemir empieza a convertirse en una necesidad.
+ Vale.
Su dedo corazón empieza a hacer maravillas.
- Con otro dedo más.
Entre quejidos consigo pronunciar mi pedido. Acepta sin rechistar y sin darme tiempo a separar un poquito mis piernas, siento como su índice también se me adentra, bailando una coreografía perfecta que solo me hace suspirar y querer más.
+ ¿Te está gustando, mi vida?
- No vayas a parar ahora, porque te mato.
Aseguro con completa autoridad. Estoy apuntito.
Su nombre escapa de mi boca, acompañado de un gemido cuando lo consigo. Bendita locura.
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Solo el amor nos salvará (Segunda parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia. Espero que os siga gustando.