Solo el amor nos salvará (Segunda parte)

Capitulo 212

Narra Gaby

La tengo abrazada a mi, sin ninguna intención de despegarse.

+ Malú...

Se pone de puntillas y me besa dulcemente.

- Perdí.

Susurra aún en mi boca y vuelve a acortar nuestras distancias, después de largos días sin probar sus labios.

- No me importa el por qué, solo quiero hacer ese viaje los cinco.

Promete honesta y llena de cariño. Nunca pensé que llegaríamos a nuestro destino sin que alguno de los dos fracasara en aquel reto que ella misma a impuesto sobre nosotros, pero tampoco imaginé que sería de esta forma tan tierna. Nos hemos picado tanto para buscarnos y encontrarnos que habría jurado que el ganador sería quien hiciera al otro  sucumbir a nuestras constantes provocaciones.

+ ¿Qué pasa?

- Que te amo y echaba de menos tus besos.

Vuelve a unirnos. La recibo gustoso, como todas las veces anteriores, yo si que echaba en falta el sabor de sus labios.

- Me hacéis tan feliz.

Sus ojos tienen un brillo especial cuando me mira al decir aquella frase.

+ Y tú a todos nosotros.

Aseguro volviendo a sentir su lengua aterciopelada. Cuelo mi mano por debajo de la sudadera que se ha apropiado como pijama y la aferro a su pecho, acariciando su pezon con mi pulgar. Que cachondo me he puesto de buena mañana. La apoyo en la encimera y con su mano arrastra la mía para llevarla a su centro de placer. Está empapada.

- Las chicas.

Su voz ronca me confirma que le importa tan poco como a mi que estén en el salón, despiertas y a pocos pasos de nosotros, hasta me da algo de morbo hacerla mía sin que nos descubran.

Cierro la puerta de la cocina y en un solo movimiento quito sus bragas, mientras ella baja mis pantalones y mis calzoncillos a la vez. Me introduzco en su interior sin más preliminares y la embisto acallando nuestros gemidos delatadores con besos que tanta falta nos hacían.

- Se nos ha ido la pinza.

Susurra abrazada a mi, escondiendo su cara en el hueco de mi cuello, nuestras respiraciones poco a poco se van normalizando.

+ ¿Vas a decírmelo ya?

- Alba me ha llamado mamá.

Me cuenta emocionada, hablando bajito, sin cambiar de posición. La abrazo con más fuerza, estoy perdidamente enamorado de ella, agradecido por su trato con mis hijas y muy orgulloso de ambas.

+ ..

Quiero contestar cuando siento la puerta de la cocina.

- Mierda.