Capitulo 386

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Narra Gaby

+ ¿Te encuentras mejor?

Le pregunto al entrar al hotel. Venía algo descompuesta en el camino.

- Sí.

+ Me llevo a las niñas a pasear un rato por ahí, descansa.

- Gracias.

Cuando regreso un par de horas después me encuentro una nota en la que me avisa que bajó a la piscina con algunos de su equipo. Me pongo el bañador y luego hago lo propio con las nenas. Embadurno sus pequeños cuerpecitos y bajo con ellas para unirme al plan.

+ Se te ve muy relajada.

Saludo y de inmediato me echo a reír. No nos esperaba y se ha sobresaltado con el efusivo abrazo que le ha dado Cami tumbándose sobre ella.

- Me has asustado, bichillo.

~ ¿Nos podemos bañar?

- Ve tú, porfa.

Me pide. Accedo sin poner pegas. Me apetece un chapuzón y Malú no tiene buena cara.

+ ¿Necesitas algo?

- Agua, pero ya voy yo.

+ Te traigo.

Dejo un beso protector en su frente. Desaparezco para llevarle a mi chica su pedido y cuando regreso aprovecho las últimas horas de sol con nuestras hijas.

+ Vamos pequeñajas.

Las nenas disfrutan del agua y la atención que les dan todos los presentes, se lo están pasando pipa y creo que esta noche se quedarán fritas nada más tocar la cama.

P: Tu no te ves bien, chiquilla, no sé yo cómo vas a correr por to' el escenario mañana.

Escucho como mi suegra le habla a Malú.

- Ya, no me riñas más mamá.

P: Que estas mu' pálida.

- Me duele mucho la cabeza y sabes que me agobio cuando no me encuentro bien antes de un concierto.

P: Es que tampoco has comido nada, igual por eso te duele tanto. ¿Te traigo una fruta?

- No, necesito descansar, nada más.

Afirma de mala gana. Vuelve a ponerse las gafas y tras recibir un achuchón de su madre sube a la habitación.

J: Como siga así, mañana nos llegará la bronca a todos por lo que sea.

+ A mi el primero.

Digo gracioso, aunque verdaderamente con algo de temor. Si suele estar más seria los días de concierto encontrándose bien, no me atrevo a imaginar lo que será cuando no lo está.

J: No, si tú ya te deberías estar regresando a Madrid para salvarte la vida.

R: Cualquier problema te apañamos en la habitación, colega.

Los tres reímos. Pobrecita mi niña.

+ Gracias por vuestro apoyo.

Digo manteniendo el buen rollo, aunque debo admitir que algo me preocupa.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora